Marcos Gabriel Fernández, jugador del club San Martín del Torneo B de Argentina, fue quien, al regresar a su pueblo de Santa Fe, fue expulsado por sus vecinos y amigos.
«Tristemente nos encontramos con gente a la cual no le cayó bien que yo pudiera volver, y se encargó por completo de sacarme (o mejor dicho echarme). Y digo tristemente porque hicieron hasta lo imposible para que fuera así», compartió Marcos de 27 años de edad.
El jugador argentino se mostró triste por la situación, no sólo por el simple hecho de decidir que los echaran, sino por cómo al conocerse desde hace tiempo alejaron a una persona de su familia y hogar.
«Cuando llegas al punto de hacer hasta lo imposible para querer lastimar a otra persona, es donde te das cuenta de lo triste que deben ser estas personas. La sensación fea que deben sentir al querer y lograr que una persona del pueblo (donde nos conocemos todos), tenga que irse del mismo».
«Con esto no quiero mostrar nada más que una sensación de rechazo para estas personas que lograron su propósito. En el cual se meten en la vida de los demás sin conocimiento de nada y quieren lastimar de alguna manera, cosa que en una familia tan unida como la mía, es y va a ser imposible lastimarnos o causarnos daño».
Marcos Fernández regresó al lugar donde nació su esposa para seguir con la cuarentena, según el diario El Clarín.