El mercado mexicano se ha convertido en objeto de deseo para los clubes de Europa y de Asia, los cuales han invertido cientos de millones de dólares en los últimos años para ‘saquear’ la Liga azteca.
Desde 2006 a la fecha, México ha sido despojado de grandes figuras y de promesas que cruzan el charco para cumplir su sueño de jugar en el extranjero.
Han sido un total de 43 transferencias y 42 jugadores (el ecuatoriano Christian Benítez emigró de la Liga un par de veces), entre mexicanos y sudamericanos, los que han viajado miles de kilómetros para iniciar una nueva aventura. Algunos se van en por su propia voluntad, otros se van con la obligación de convencer a sus equipos para que los compren. Sin embargo, la mayoría de ellos compran su vuelo sin boleto de regreso.
En los últimos ocho años el futbol mexicano ha recibido alrededor de 213 millones de dólares, gracias a todos los futbolistas que emigran a Europa, y en el caso de uno en especial (Christian Benítez) al continente asiático. Pero esa cifra conlleva un duro golpe al espectáculo del balompié nacional, ya que los jugadores que son comprados por clubes en el extranjero, son las principales figuras que animan la Liga MX, y algunos juveniles que son considerados las próximas joyas de México.
Esta moda de saquear el futbol mexicano se incrementó en el último año, donde se fueron 15 jugadores. Los dos más caros fueron Enner Valencia y Benítez; el primero de ellos fue vendido este verano al West Ham inglés por 20 millones de dólares, mientras que el otro ecuatoriano se fue hace un año por 18 mdd al Jaish de Qatar, país en el que murió a causa de una complicación cardiaca, cuando sólo tenía unos días en su nuevo club.
Sin embargo, también los jugadores mexicanos cada vez se exportan más. De 2013 a la actualidad se han ido nueve futbolistas nacionales, entre los que destacan Raul Jiménez, Héctor Herrera, Diego Reyes, Javier Aquino y el regreso del veterano Rafael Márquez a territorio europeo, donde brilló en la década pasada con el Mónaco y el Barcelona.
Así, México cada vez está más en la mira del futbol internacional, como un buen semillero y trampolín de talentos.