Ahí en la cancha, en el rectángulo verde, ahí es donde se ven…
Nada menos que en un Clásico, en el juego de juegos, ahí es donde se dan a notar.
“Es un juego para hombres”, advierte Gerardo Torrado.
El capitán de Cruz Azul quiere que sus compañeros saquen el orgullo en estos momentos tan apremiantes, porque, es verdad, La Máquina no carbura, pero no hay tiempo para mirar atrás, porque viene el partido del torneo.
Viene el América, un juego que simplemente no se puede perder.
Los Cementeros andan de capa caída. Cuatro juegos sin ganar, dos derrotas consecutivas, no son la mejor carta de presentación de cara al esperado Clásico capitalino.
Torrado lo reconoce. “Es un momento complicado; el campeonato está muy competitivo. Tenemos que ser inteligentes y volver a equilibrar al equipo”, dice convencido el capitán cementero.
-¿Qué le pasa a Cruz Azul? Hay mucha fragilidad defensiva.
“El torneo pasado fue al revés. La verdad es que no teníamos tanta llegada, pero tampoco nos metían tantos goles. Hoy tenemos llegada, pero no metemos los goles que deberíamos y nos meten más goles. Uno como jugador intenta que el equipo tenga equilibrio”.
Los días pasan, las horas se cuentan y se acerca el sábado 2 de marzo, cuando las Águilas del América hagan los honores a Cruz Azul, en un duelo siempre esperado por la afición.
-¿Cruz Azul está lejos del nivel de América?
“Habrá que ver cuando juguemos contra ellos. Son buenos sinodales para ver cómo estamos”.
Gerardo reconoce, con todo merecimiento, que los dirigidos por Miguel Herrera “están jugando bien, cuentan con un funcionamiento interesante y han cosechado buenos puntos”.
Y no rehúye a la pregunta, pero toma aire para responder con precisión. “No, no veo que estemos lejos de su nivel. Vamos poco a poco, con pasitos cortos, pero firmes. No hay duda, Cruz Azul tiene que ir por más”.
América es tercer lugar general, Cruz Azul se fue hasta el undécimo con su mala racha. Claramente hay superioridad crema.
-¿Asusta el América?
“¡Para nada! No asusta. En el campo, los números, las rachas, no juegan; en el campo somos 11 contra 11, ahí habrá que demostrar quién es quién”.
Como decía don Ángel Fernández, es “El juego del hombre”.
“Sí, esto es para hombres. En el campo valen los hombres, las camisetas y los nombres quedan a un lado.
El equipo que sea el más conjuntado, más solidario, será el ganador”.
Torrado tiene su historia aparte con el América. Jugó en las categorías infantiles con el club de Coapa, hasta que se fue a estudiar al extranjero por espacio de un año. A su regreso, simplemente se dio cuenta de que su futuro futbolístico ya no estaba con las Águilas y decidió dar un paso de costado.
“No soy un tipo que se diga anti- americanista. De ahí guardo buenos recuerdos, buenos amigos a los que aún frecuento, pero mi carrera se la debo a Cruz Azul, y sé lo que significa este tipo de juegos”, asegura El Borrego.
Un partido en el que se juega más que el orgullo, quízá hasta la cabeza del técnico cementero, Guillermo Vázquez Junior.
Pero Torrado no se arruga. Es más, insiste que el del sábado “es un partido para hombres”.