Guadalupe, Nuevo León.- La edición 135 del clásico regio quedará para la historia como uno de los mejores duelos entre Rayados y Tigres.
Con la asistencia de más de 52 mil aficionados, el Gigante de Acero estaba a reventar en el clásico que divide a un estado.
Con el silbatazo inicial, Tigres aprovechó a unos Rayados adormilados; con el centro al corazón del área, Juan Brunetta conectaba el esférico para abrir el marcador 1-0, con tan solo 52 segundos en el reloj, convirtiéndose en el gol más rápido en la historia de los Clásicos Regios.
Con el “cachetadón”, Rayados respondía de la mano de Luis Romo, con un disparo cruzado que vencía a Rodríguez para el 1-1.
La mala fortuna invadía a Rayados, su mejor jugador hasta el momento, Romo saldría de cambio por una lesión.
En los minutos finales de la primera parte, otro centro en el área rayada, era conectado por Gorriarán para poner el 2-1 e irse con ventaja al descanso.
Para el complemento Juan Brunetta se colgaba su ‘doblete’ y aumentaba la ventaja 3-1. Fue hasta el 61’ donde Gerardo Arteaga cortaba la distancia para el 3-2.
La recta final era un mar de emociones en el terreno de juego, Monterrey intentaba de todos lados pero el gol se les negaba.
En el agregado el milagro se presentó en el Gigante de Acero; en la última jugada del juego Germán Berterame se levantaba dentro del área chica para cabecear el gol del empate y desatar la locura 3-3, marcando el final del clásico regio 135.