El ‘robo del siglo’, así es como la afición de Pumas recuerda la Final de la Temporada 84-85 frente a América. No importa la edad, desde los que vivieron esos años hasta los más contemporáneos saben que el trabajo de Joaquín Urrea con el silbato dejó mucho qué desear.

Y si hubiera habido VAR, Pumas seguramente tendría una estrella más. Una mano de Félix Cruz dentro del área no hizo titubear al silbante para marcar la pena máxima en el tercer partido en campo neutral. Al minuto 11, los azulcremas tomaron ventaja con un penal, Pumas tenía en su plantel una camada joven que pese a esa jugada supo seguir el partido en La Corregidora.

Sin embargo, por mucha actitud positiva que tuvieron, con un Guillermo Vázquez de 18 años declarando previo al segundo cotejo en Ciudad Universitaria: “Va a ser un espectáculo muy bonito y vamos a ganar” o un Alberto García Aspe de apenas 17, la absurda decisión de Urrea de no marcar una mano clara de Alfredo Tena, similar a la de Cruz, fue una auténtica sentencia moral y mental.

DOS MANOS DENTRO DEL ÁREA

Hubo un tiro de esquina a favor de las Águilas que remató Tena con la cabeza y Félix Cruz detuvo con la mano derecha. De inmediato se escuchó la señalización al manchón penal de Urrera y los jugadores felinos se unieron en un fuerte reclamo del que Ricardo Ferretti resultó amonestado. Daniel Brailovsky cobró y abrió el marcador para un global de 2-1 a favor de los de Coapa. Una sentencia nada imposible para la naciente generación de felinos.

Minutos después, Pumas siguió con el ataque y en un intento de Luis Flores por la banda derecha protagonizó un uno contra uno frente Tena y éste extendió la mano derecha para evitar el centro. Flores golpeó fuerte el césped al ver que Urrea hizo caso omiso y la jugada prosiguió.

Hoy la señalización del VAR hubiera sido inmediata para la revisión en las pantallas. Urrea se tomaría a lo mucho un minuto para ver la jugada y percatarse de la mano clara del capitán de los azulcremas y así decretar la pena máxima.

https://youtu.be/EQ5Sd9oPYZs

La historia tomaría otro rumbo, seguramente los felinos empatarían aquel global 2-2 para estar en igualdad de condiciones.

Con el tiempo, la superioridad de los dirigidos por Mario Velarde bien podría haber salido a flote tal y como lo hicieron en el segundo duelo en C.U. donde empataron sin goles, o como en el primero en el Azteca, ahí donde muchos jóvenes universitarios jugaron su primera final para terminar con un 1-1.

¿CÓMO REACCIONAR?

Los ánimos tiraron al equipo de Velarde que con ímpetu se fue al frente descuidando la defensa ante unos depredadores del área como Eduardo Bacas, Carlos Hermosillo y el mismo Brailovsky, quien en el segundo tiempo puso el 3-1 global. Ferretti logró acortar las distancias con el 3-2, pero cinco minutos después Hermosillo hizo efectiva una descolgada para dejar atrás a la defensa y al portero Jorge Espinoza.