Ninguno de los hoy dirigidos por Luis Fernando Tena había nacido el 10 de septiembre de 1972, día de la más reciente victoria del Tricolor como visitante ante Estados Unidos. Ironías del futbol: hoy se cumplen 41 años.
Aquella tarde en el Memorial Coliseum de Los Ángeles, México se impuso (1-2), con goles de Sergio Ceballos y Juan Manuel Borbolla. Paradójicamente, el entrenador era Javier de la Torre, tío del Chepo, ahora ex DT del Tri.
Desde entonces han visitado a Estados Unidos media docena de ocasiones, dentro del camino a la Copa del Mundo; apenas rescataron dos igualadas.
Presentación de fuego para El Flaco, quien sólo continuará en el banquillo si gana.
Todo luce en contra de un equipo anémico, sin la fuerza para medirse con su genuina “Bestia Negra”. No obstante, quienes lo integran no pierden la fe.
“Debe ser el marco ideal para levantarnos”, aconseja el portero José de Jesús Corona. “Sabemos que no hay de otra más que buscar la victoria. Necesitamos esos puntos”.
El problema es que la única vía al triunfo les está negada en el estadio del Columbus Crew: anotar. El representativo nacional ha perdido por idéntico marcador en cada una de sus tres visitas a la capital de Ohio, llamada por quienes la habitan “La tierra del 2-0”.
Decenas de frases relacionadas con esos partidos inundan las paredes del inmueble. Se trata de la fortaleza estadounidense.
“No queda de otra: en nuestra cabeza no hay más que los tres puntos”, advierte Andrés Guardado. “Esperemos que pueda ser así. Tenemos que buscar el triunfo para estar en el Mundial”.
Al que los estadounidenses clasificarán con un triunfo, y un empate o derrota de Panamá frente a Honduras. Y los vecinos del norte son dirigidos por un hombre que jamás ha perdido ante la Selección Nacional. Ya sea como jugador o entrenador, en su actual combinado o con Alemania, Jürgen Klinsmann tiene marca de tres victorias y tres igualadas contra el Tricolor.
El 15 de agosto de 2012 garantizó su sitio en la historia del futbol estadounidense, al ser el primer estratega que venció a los mexicanos en el Estadio Azteca (1-0).
“No puedo explicar eso [el dominio de Estados Unidos sobre los verdes]”, atina a decir. “Tal vez es una coincidencia, pero tengo la esperanza de que continúe mañana [hoy] por la noche”.