Cruz Azul se mete al Azteca, para acabar con la obra que comenzó el jueves pasado.
Un Azteca que no necesariamente se vestirá de amarillo, pues se sabe que los Cementeros invadirán el coloso, para tratar de igualar el apoyo azulcrema.
“No importa, al final, el Azteca no pesa”, asegura el extremo cementero, Pablo Barrera.
Es más, el mundialista en Sudáfrica, amenaza con ir a la casa del Águila a atacar. “Vamos a ir por otro gol. El Azteca no pesa, al final la gente no juega, somos once contra once y sólo nosotros vamos a definir el juego”.
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“Es el técnico, qué más puede decir de su equipo, pero al final los que vamos a decidir esto son los que estamos en la cancha”.
Pablo no entra en polémicas, ni siquiera entra en forma de juego, sólo enfoca lo que tiene en mente y es por lo que irán al Azteca: “Por otro gol, necesitamos otro, mínimo, otro gol”.
Parar a Perea
Mientras los delanteros piensan en anotar, los defensas piensan en repetir la misión que cumplieron el jueves pasado: “Parar a Christian Benítez”.
El líder de la defensa cementera, Luis Amaranto Perea, parece que tiene la fórmula.
“No hay que dejar que nos gane la espalda y que no se meta dentro del área, ahí cambia de ritmo y se vuelve todavía más peligroso”, analiza el colombiano.
Además, hay que “cerrarle los espacios, no dejar que se dé la vuelta”.
Y cuando todo eso falla, “tenemos a Chuy [Corona], aunque la idea es que no aparezca tanto. Tenemos a uno de los mejores porteros del continente, pero es mejor que no tenga mucho trabajo”, agrega el colombiano.
Mariano Pavone saldrá posiblemente a la banca, al no recuperarse al 100% de la lesión que lo ha aquejado desde las semifinales. Guillermo Álvarez, presidente azul, cenó con los jugadores el viernes.