Miguel Herrera, técnico del Tri, no dudó en señalar el arbitraje del portugués Pedro Proença como el principal motivo de que México haya quedado fuera del Mundial de Brasil contra Holanda en el Estadio Castelao.
“El motivo más determinante lo tuvo el señor del silbato, es el que nos deja fuera del Mundial, porque si bien el primer gol de ellos es bueno y viene un descuido, al final inventa un penal y te vas por circunstancias así de arbitrajes tendenciosos en contra de México”, sostuvo, al tiempo de desear que el nazareno lusitano también regrese a casa por su mal trabajo.
“Tenemos un viaje largo a Santos para tomar nuestras cosas y ya después irnos a casa. Nosotros nos vamos mañana o pasado, esperemos que la comisión lo vea y el árbitro también se vaya del Mundial”, indicó.
El Piojo fue insistente en el tema y se va con mal sabor de boca, ya que el conjunto nacional no sólo fue presa de un mal arbitraje este domingo, sino también contra Camerún y Brasil.
“El equipo hoy jugó muy bien, tuvimos un par de descuidos, en el primer remate que tapa bien Memo y pega en el poste, y luego donde nos hacen el gol del empate en un rebote. Pero hay que decirlo con el tamaño y las letras que son: de cuatro partidos, en tres recibimos arbitrajes muy desastrosos”, mencionó.
“Robben se tiró hoy tres clavados y parece que el tercero fue el vencido porque fue el que marcó el árbitro que tenía que haberlo amonestado, yo no sé para que traen árbitros de otros lados si pusieron uno de la misma confederación donde están jugando ellos. Las decisiones dudosas siempre fueron en contra de México”, enfatizó el estratega.
Herrera lamentó que no hayan podido manejar los últimos minutos más allá de haber catalogado al error arbitral como causa de la eliminación. Holanda tuvo su mérito en no dejar de luchar.
“De esto Holanda no tiene nada qué ver, es un equipo que hizo bien las cosas, trabajó y creo que fue superado por México, pero no dejaron de luchar y consiguieron al final con la ayuda del árbitro ese resultado que los llevó a la siguiente fase.
“Nos falta ese oficio de que los últimos minutos se acabó el partido y no se juega más, teníamos que haber llevado la pelota a la esquina y hacer lo que de repente los equipos importantes hacen”, apuntó, al tiempo de no tener reproches hacia sus jugadores que siempre dieron el alma por sobresalir.
“Me voy a tranquilo, los muchachos se portaron extraordinariamente bien, hoy nadie les puede decir nada”, concluyó.