Una lesión de ligamento cruzado dejó una secuela más profunda en Jesús Molina más allá que solo una cicatriz y fue el hecho de que los equipos importantes de la Liga MX dejaron de buscarlo como refuerzo. Así que tuvo que ser él mismo quien buscó una oportunidad que finalmente Pumas le brindó.

Después de jugar en Tigres, Santos, América, Chivas, Rayados, el mediocampista llegó a pensar en el retiro, pero no quería que fuera por una lesión, así que tomó el teléfono y buscó quién pudiera recibirlo sin importar tanto el sueldo sino la revancha de poder jugar, según relató el propio jugador.

“Yo me seguí preparando, (me dije) voy a seguir entrenando, la oportunidad va a llegar, de una u otra manera ya me hice de un nombre y si estoy libre va a ser más fácil agarrar (equipo), pero estoy consciente que tras una lesión grave era difícil que un equipo confiara en ti. Pasaron las semanas, seguí entrenando y no pasaba nada hasta que dejé el orgullo de lado y cuando sentí que se acortaban los tiempos para que empezara el torneo empecé a levantar el teléfono y pedir una oportunidad. Dije, una carrera tan larga y ahora retirarme lesionado; si me voy a retirar, voy a retirarme jugando, activo, era eso más que aquello de necesito trabajar o necesito un sueldo, era sacarme la espinita de que yo pude levantarme después de una lesión tan grave”.

A sus 34 años, lucía difícil tras una lesión

Entrenadores de otros clubes no podían garantizarle un lugar a un jugador de 34 años (cumple 35 este marzo) hasta que llegó a Pumas, donde tuvo que ganarse su sitio pese a que su posición en la media cancha tenía a varios jugadores listos para tomar la titularidad.

“Estuve hablando con varios clubes, medio te dan largas y te dicen ‘déjame ver qué va pasando, acomodar jugadores para ver si puedes entrar ahí’. Obviamente agradezco a todos los que levantaron el teléfono para escucharme y bueno, hasta que hablo con Rafa y le comento. Cuando me lesiono fue de los tres o cuatro técnicos que me escribieron para desearme una buena recuperación. ‘Jesús yo sé que vas a salir adelante con tu carácter, tu liderazgo, te conozco y sé que vas a salir de ésta’”.

Dicha acción del estratega felino hizo que Molina se atreviera a levantar el teléfono y llamarle en busca de esa oportunidad que tanto anhelaba.

“Cuando viene el tema de la lesión, me acuerdo y dije voy a hablar con Rafa para ver si se da la oportunidad. Me dice: ‘Jesús, la verdad ya tenemos el plantel muy completo. En esa posición acaba de llegar Ulises Rivas, está Higor, Caicedo, el mismo Santiago Trigos’. ‘Está bien Rafa, solo que sepas que el tema del salario no va a ser algo que impida una negociación porque yo estoy abierto a escuchar’”.

Fue así como se probó con Pumas Tabasco, le hicieron estudios médicos y tras un par de juegos en Liga de Expansión, Puente decidió llamarlo al primer equipo donde se ha mantenido como uno de los pilares del club.

Así es jugar con Tigres, Rayados, América, Chivas

Molina siguió con su racha de jugar en equipos grandes gracias a Pumas, aunque defender las playeras de los equipos más antagonistas de la Liga MX no fue fácil, como cuando llegó a Rayados y hasta recibió amenazas, algo que se diluyó con su profesionalismo.

“Pasaron años, yo creo que hubiera sido diferente si de Tigres pasas a Rayados inmediatamente, para empezar no lo permitirían, creo yo, los directivos. Después de varios años que se me da la oportunidad y se me pregunta, cómo vería la posibilidad de ir a Rayados. Yo sabía que iba a haber mucha crítica, que obviamente por mi pasado se me iba a criticar. Sabía que iba a ser difícil, pero con buenas actuaciones me gané la confianza de la gente”.

“Mi primer partido tengo la bendición de meter dos goles contra Puebla y recuerdo ser muy criticado, era hasta amenazado vía redes sociales por mi pasado en Tigres y después todo cambió, las cosas se fueron dando. Fue una estancia corta en Rayados, pero viví muy feliz, mi familia contenta y la afición de 10 puntos, siempre me trató muy bien”.

En el caso de América y Chivas fue algo similar, pues con las Águilas fue bicampeón primero en 2013 y luego en 2014 venciendo a Tigres.

“Me pasó ahora con América y con Chivas. Igual cuando llegué fue cómo un jugador americanista va a venir a portar los colores de Chivas. Han pasado algunos años, la crítica ha estado ahí latente, siempre afrontando las cosas como vienen, son retos en mi carrera y me hacen madurar”.