El futbolista Dani Alves pasó su primera noche en prisión y fue un golpe muy duro, anímicamente hablando. El brasileño estuvo callado, muy serio e incluso se negaba a comer.

El medio español ABC explicó que el exjugador de Pumas llegó “afectado y sin ganas de relacionarse con nadie”.

Asimismo, reportaron que en su llegada le ofrecieron cenar y agua, pero lo rechazó. No obstante, le insistieron hasta que Alves tomó un poco de bebida y fruta para pasar la noche.

MEXSPORT

El citado medio de comunicación evaluó su ingreso a prisión como “la de cualquier otro preso, pese a la parte mediática”.

De igual modo, adelantaron que por parte del centro penitenciario, Dani Alves no recibirá ningún trato especial, ni privilegiado.

AP