Ganar como sea era la obligación de Cruz Azul esta tarde en el Azteca y así fue. Sin brillo ni grandes jugadas, La Máquina venció a los Gallos Blancos para sacudirse la goleada en el Clásico Joven.

El equipo cementero volvió a ganar después de cuatro partidos y luego de haber sido goleado por el América, por lo que el Interinato de Raúl Gutiérrez sentó de buena manera en el equipo.

El partido no fue sencillo para Cruz Azul, pues también jugó con el descontento de su afición que a lo largo del partido les recordó el mal torneo que han hecho.

Pese a ello, La Máquina empujó en el terreno de juego y abrió el marcador a los 32 minutos con un cabezazo magistral de Carlos Rotondi a pase de Gonzalo Carneiro.

Cruz Azul quiso finiquitar el partido en el segundo tiempo, pero muy rápido se encontró con la expulsión del recién ingresado Iván Morales, con lo que el partido entró en zona de tensión para los celestes.

La visita entró en confianza con el paso de los minutos y poco a poco se acercó a la portería de Jesús Corona, quien resistió como pudo la presión queretana.

Pero al partido le quedaba mucha historia y los de Mauro Gerk le echaron a perder a tarde a La Máquina con el gol del empate de Clifford Aboagyé en el 77’.

El partido era oscuro y la afición explotó en contra de los futbolistas cementeros, pero en un abrir y cerrar de ojos Erik Lira le puso en balón en profundidad a Christian Tabó y éste lo bombeó por encima del arquero de Querétaro para darle vida a La Máquina en el torneo.