Joao Rojas fue la figura de Cruz Azul para acabar con la maldición ante Chivas en el Azul: metió dos goles y puso un tercero y así, tras casi una maldición de casi 10 años, La Máquina le ganó de nuevo al Rebaño en su estadio.
Fue un partido con varios ingredientes que tuvo a los fanáticos pegados en las butacas: hubo errores arbitrales, polémica, goles, lluvia, emociones, tantos anulados y atajadas espectaculares.
El árbitro Roberto García Orozco se convirtió en factor en el juego: avaló un gol de los locales en fuera de lugar y marcó, en compensación, un penal a los Rojiblancos por una mano que no fue deliberada.
Tras un error de la defensa de Chivas, Christian Giménez, la novedad en la última convocatoria de la Seleccón, y Joao aparecieron solos frente a la portería de Luis Michel. Chaco le dio un pase al ecuatoriano, quien estaba adelantado unos metros, y éste empujó a las redes. Los jugadores del cuadro visitante reclamaron posición adelantada, pero el silbante los ignoró.
Al medio tiempo, la lluvia se intensificó en el Distrito Federal y benefició al Chiverío. En un centro al área, Amaranto Perea se resbaló con el césped mojado, cayó al área y tocó el balón con la mano. El colegiado señaló penal en medio de las protestas de los Cementeros. Rafael Márquez Lugo cobró desde los 11 pasos al centro y empató el compromiso.
Parecía que el elenco de Benjamín Galindo sacaba el empate y alargaba la racha de no perder en el Azul, aunque al final no lo lograron. Jerónimo Amione, quien acababa de entrar a la cancha, puso un centro al área que remató Joao para el segundo tanto.
Rojas le devolvió la cortesía de Amione y éste, dentro del área, puso el tercero para Cruz Azul. Los tapatíos respondieron, mas les anularon un tanto.
La victoria le da un tanque de oxígeno a Cruz Azul y lo mete en la pelea. La derrota hunde más a Chivas y lo acerca a los últimos puestos. En tanto, el arbitraje en la Liga MX no mejora.