Llegó la hora de la segunda prueba para la México en la Confederaciones y no hay mañana, es ‘matar’ o quedar eliminados.
El Tricolor tiene que ganar y mantener las ilusiones de pasar a la siguiente ronda de la Copa Confederaciones o firmar su boleto de vuelta a casa de manera anticipada, para un equipo que sigue en búsqueda de una identidad de juego que parece haber olvidado en todo lo que va de este año.
El problema, además de todo, se llama Brasil; el equipo anfitrión del certamen, un rival que guarda algunas pendientes contra el Tri por derrotas del pasado.
La estadística dice que de los últimos 14 partidos entre estos dos combinados, siete los ganó la Selección Nacional, por lo que la motivación de ser los vencedores no se debe de perder.
Con todas estas referencias y su presentación en esta Confederaciones, la delegación mexicana llegó a la ciudad de Fortaleza a buscar mantener vivas sus esperanzas de llegar a Semifinales.
“Siempre llama la atención que hayamos tenido buenos partidos contra ellos y buscaremos aprovechar esto”, indicó José Manuel de la Torre en la rueda de prensa previa al encuentro.
“Siempre la meta de nuestro equipo sin importar a quién nos enfrentemos es ganar, la complejidad del partido es alta, pero nos preparamos para eso”, dijo Chepo.