El grito homofóbico ha vuelto a los juegos de la Selección Mexicana y ya ha costado algo más que dinero. El Tricolor jugará a puerta cerrada los dos primeros partidos de la eliminatoria mundialista a puerta cerrada, situación que ya preocupa a los jugadores.

Tal es el caso de Hirving Lozano, que este viernes en entrevista con Carlos Loret de Mola, habló sobre los riesgos que puede traer a México el seguir gritando cada que el arquero rival despeja.

“Invito a todos los mexicanos a que nos controlemos en esa situación, que evitamos ese grito y como ya sabemos, la FIFA va poner castigos más severos”.

Y es que Chucky sabe que así como nació el grito, por iniciativa de la gente, así también tiene que erradicarse.

“Que nos ayude la afición, cada quien es responsable de uno mismo y así pasar la voz para que todos se comprometan para no volver a decir las palabras”.

Lozano se comprometió con la afición a marcar al menos un gol en cada juego que se deje de gritarle al arquero contrario, naciendo así el #RetoChucky.

Y más allá de las sanciones, Hirving apela más a la educación y apoyo a la selección, ya que también afecta a la imagen y la concentración de los futbolistas dentro del terreno de juego.

“Cuando empieza el grito y el árbitro se da cuenta y paran el partido es decepcionante, porque además te quitan el ritmo del partido, te desconcentran y es algo que da pena porque lo ve todo el mundo”.