Condiciones futbolísticas podrá tener todas las del mundo, pero quedó claro que si algo le impidió a Javier Eduardo López despegar fueron los temas extracancha. Una serie de indisciplinas y señalamientos por sobrepeso fueron algunos de sus obstáculos, pero para Francisco Gabriel de Anda, Chofis nunca quiso ayudarse.

Director deportivo del Guadalajara por solo tres meses en 2018, Paco de Anda afirmó que “nadie se cura solo” cuando de problemas personales se trata y el futbolista que hoy milita en el San José Earthquakes (tras ser desterrado del Rebaño por una enésima indisciplina) nunca estuvo dispuesto a recibir auxilio para explotar su potencial deportivo. “No pude hablar con la Chofis, nunca pude comunicarme con él, nunca tuve la posibilidad y lo intenté, pero no vi la intención ni el deseo de su parte.

Me da impotencia porque como director deportivo intentas darle armas al chavo, pero no pude con Javier y me da tristeza porque condiciones tiene de sobra. Es de los pocos jugadores con los que nunca pude comunicarme”, aseveró en plática con Javier Alarcón.

El hoy analista de ESPN puso como ejemplo diametralmente opuesto a Oribe Peralta, alguien con menores cualidades futbolísticas que López, pero su mentalidad, disposición y hambre de superación le convirtieron en un histórico del balompié mexicano.

“Ahí tenemos a Oribe Peralta. Igual de un extracto económico humilde, un tipo que picó piedra y empezó de muy abajo, pero con quien sí podías hablar, siempre dispuesto a escuchar y aprender”, argumentó.

“Si él no quiere (Chofis), tú no puedes. Si no se deja ayudar, nadie lo va a hacer. Oribe siempre estuvo abierto, pero Javier López no, tiene otra personalidad. Eventualmente la tenacidad y los deseos ponen a cada uno en su lugar”.

Chivas ‘se devora’ a futbolistas por su entorno

Así como las aptitudes con la pelota no son lo único que hacen a futbolista, la presión puede desmoronar a más de uno y eso ocurre en el club más popular de México ya que, según De Anda, no cualquiera soporta la pasión y todo lo que Chivas representa.

“La dinámica en Chivas es de otra dimensión. Para ponerlo en contexto, llegas a Nueva York para jugar un partido y a las 3 de la mañana hay 300 aficionados afuera del hotel.

Es difícil Chivas, pero yo bajaba con Carlos Salcido, con Jair Pereira y nos hablábamos en el vestidor cara a cara, cuando a Matías Almeyda le tuve que decir lo suyo fui a su casa y nos hablamos a la cara”, apuntó.