La despedida no podría ser de otra manera: abucheo generalizado en el Estadio Omnilife. En otras ocasiones, el buen resultado maquilla un poco el gris futbol. Esta vez no hay ni una ni otra. A las Chivas de José Luis Real apenas les alcanza para el 0-0 frente a Tigres, como local. Mal resultado para ser en casa. Peor desempeño.
Guadalajara tiene un arranque prometedor, gracias a una jugada colectiva que hacía tiempo no se veía. Carlos Fierro triangula con Néstor Vidrio, que le devuelve el balón preciso, por el costado derecho, para que el campeón del mundo Sub-17 meta un centro al área. Aldo de Nigris hace un estupendo movimiento para adelantarse a la marca. Mide bien. Cabecea sin fuerza suficiente para batir a Sergio García, que se queda con la redonda, al seis.
Pero resulta ser un mero espejismo. Una buena asociación colectiva no es suficiente para hablar de un equipo que funcione como tal. Ocurre lo mismo de otros encuentros: Chivas no se encuentra sobre el terreno de juego. Cede la pelota. También la iniciativa. Tigres toca como en sus mejores momentos con “Tuca” Ferreti. No parece el penúltimo de la clasificación.
El cuadro felino crea peligro. Carlos Salcido filtra con precisión para Alan Pulido. El atacante felino queda mano a mano con el arquero Antonio Rodríguez, quien sale a tiempo para tapar el remate, al ’28. Apenas segundos después, Emanuel Herrera entra al área por el costado derecho. Su disparo cruzado exige al portero rojiblanco, que se tiene para, con la punta de los dedos, desviar a tiro de esquina.
Momentos de asedio felino. En el cobro desde el banderín, por el costado izquierdo, la defensa falla por arriba y el esférico queda “muerto” en pies de Emanuel Herrera, solo dentro del área chica. Ventaja total para el atacante. Pero Néstor Vidrio se recompone y con una barrida tapa el peligro. Chivas se salva.
El Rebaño Sagrado crea poco sencillamente porque no tiene la pelota. Así, es imposible. Por eso, el contragolpe se vuelve una opción. Apuesta a un latigazo de velocidad para romper la bien parada defensa visitante. Es una de esas jugadas, precisamente, la que permite a Omar Bravo recibir el esférico botando dentro del área, para prender de aire, potente, pero por encima, al ’32.
Cuando se juega así, sin claridad, la pelota parada se convierte en otro recurso a explotar. Guadalajara prueba al ’44, pero el tiro libre ejecutado por Giovani Hernández lleva tanta fuerza que termina por elevarse más de la cuenta y se va apenas por encima del arco. No se altera el marcador y los equipos se van al descanso entre abucheos.
Para la parte complementaria, el ingreso de Lucas Lobos da a Tigres una pausa diferente. De sus pies nace peligro: al ’46 un disparo que controla con apuros “Toño” Rodríguez y un minuto más tarde, un tiro de esquina cerrado, que amenaza con convertirse en gol olímpico, pero el arquero local tapa con los puños.
La descolgada es uno de los pocos recursos que tiene el Rebaño Sagrado. Carlos Fierro arranca a toda velocidad por el costado derecho. Pelea y gana con Jorge Torres Nilo. Se aproxima al área. El felino se barre y derrumba al rojiblanco. Se reclama un penalti. El árbitro Jorge Antonio Pérez señala la infracción, pero fuera del área. Giovani Hernández cobra el balón parado con un zurdazo por encima, al ’61.
En la banca José Luis Real tiene a Rafael Márquez Lugo, además de algunos jóvenes. Sin embargo, el técnico del Rebaño Sagrado prefiere otros movimientos. Carlos Gerardo Rodríguez reaparece después de perderse cuatro encuentros por lesión, pero lo acomoda en medio campo, como contención junto a Israel Castro y no en la lateral izquierda.
Además, “El Güero” ordena el ingreso de José David Ramírez, quien debutó apenas la semana pasada ante Toluca. La aparición del novato da un toque de frescura al ataque local. Al ’82, pelea un pelotazo y se lo gana a Hugo Ayala. A trompicones, logra recortar hacia el centro y sacar un disparo ya con poca fuerza, que pasa apenas por un lado. Pero demuestra hambre, algo que a Chivas le hace mucha falta.
Dos minutos más tarde, el mismo “Avión” Ramírez descuelga por la velocidad. No lo detienen. Mete un estupendo balón filtrado a Aldo de Nigris, que encara a Sergio García, abre a un costado y empuja a las redes. La jugada, sin embargo, ya no valía. El asistente José Alfredo López tiene la bandera levanta. El fuera de lugar anula el festejo.
Los últimos esfuerzos del Guadalajara van cargados de entusiasmo, pero vacíos de intención futbolístico. No hay para más. El 0-0 se mantiene en el marcador. Abucheos locales para un equipo que, con 13 puntos, se mantiene en zona de clasificación, pues es séptimo de la tabla, pero que genera cada vez más dudas con su juego.