La grandeza de Chivas hoy es solamente un mito. El Guadalajara terminó con cualquier indicio de esperanza de calificar a la Liguilla por cuarto torneo consecutivo al sufrir su séptima derrota en ocho partidos, cinco de los cuales han sido de manera consecutiva. Ahora el victimario fue Puebla.

La gloria rojiblanca terminó hace casi dos años con el campeonato de Liga frente a Tigres, ya que desde ese momento el Rebaño ha estado ausente en la contienda por el título por cuatro torneos, dejando de ser un contendiente al título y ahora ser un cheque al portador.

Eduardo López representó a la perfección la frase de “el que perdona, pierde” y dejó escapar una jugada clara de gol tras una pared con Alexis Vega, pero el remate de Chofis se fue por encima de la puerta de Vikonis.

La alegría llegó al Estadio Akron, aunque fue fugaz, ya que el Rebaño se fue al frente en el marcador gracias a un error de Brayan Angulo, que no pudo despejar un balón dentro del área y la mandó al fondo de su portería.

Sin embargo, unos minutos después el defensor colombiano se reivindicó, ya que emparejó los cartones al rematar dentro del área tapatía tras unos rebotes y así comenzar la remontada.

Angulo se convirtió en el héroe poblano, ya que consiguió la segunda diana camotera al encontrarse nuevamente con el balón en área rojiblanca para volver a batir a Gudiño con un potente derechazo.

El descontrol de Chivas fue total, Puebla se adueñó del momento anímico y arrasó a un desahuciado Rebaño carente de carácter, idea futbolística o esperanza.

Para la parte complementaria, Matías Alustiza eliminó rápidamente cualquier posibilidad de una ‘resurrección’ del Guadalajara, ya que una pelota peinada dejó al argentino frente a la puerta, por lo que cruzó su remate para sentenciar el partido.

Los ‘Chelis Boys’ no se conformaron con el triunfo, sino que trataron de hacer más holgada su superioridad, lo que lograron con un remate de Cavallini que entró a la portería rojiblanca, pero que el VAR anuló por una falta del atacante poblano, haciendo menor el ridículo tapatío.