Por mucho tiempo, Ricardo Ferretti fue criticado por darle preferencia a la Liga MX por encima de la Concachampions; a Tuca le gustaba más ganar ese título local que el de la Liga de Campeones y cuando finalmente lo obtuvo, meses después le dieron las gracias en Tigres.
Esta historia no es nueva, pareciera que Tuca tuvo razón en haberse inclinado más por la Liga, ya que en los últimos años, los técnicos que ganan este torneo de Concacaf no duran en sus equipos, el ganar ese trofeo no les garantiza continuidad, algo que el del torneo local sí lo hace.
Y es que en las últimas ocho ediciones de la Concachampions, quien gana el torneo, ya no continúa más con su equipo; el Bigotón lo ganó en diciembre y hasta fue segundo lugar histórico en el Mundial de Clubes, pero no fue suficiente para ser renovado en el club felino.
Poco antes, Diego Alonso con Rayados la ganó en 2019 y hasta declaró que había ganado la estrella que más brilla, ya que fue ante Tigres; sin embargo, no brilló tanto para los directivos, puesto que fue cesado por no obtener resultados satisfactorios en la Liga y precisamente al perder un Clásico regio en el siguiente semestre tras ese título.
Precisamente en el Monterrey ya se había dado una situación similar hace años, cuando Víctor Manuel Vucetich consiguió el Tricampeonato de Concachampions ganando la edición en mayo 2013, pero aún así fue echado del club en septiembre de ese año, incluso siendo el DT más ganador en la historia del club.
En 2014, Luis Fernando Tena ganó con Cruz Azul en abril, pero ese crédito sólo le aguantó para mantenerse un año más en el equipo; el mismo Diego Alonso la ganó con Pachuca ante Tigres en 2017, pero le ocurrió lo mismo que al Flaco, sólo un año más permaneció por no dar buenos dividendos en la Liga.
Gustavo Matosas e Ignacio Ambriz le dieron al América este trofeo, el uruguayo en 2015 y al mes fue corrido; el técnico mexicano la obtuvo frente a Tigres en abril 2016 y sólo lo aguantaron hasta septiembre.
Matías Almeyda también la ganó con Chivas, esto en abril del 2018, pero dos meses después ya estaba fuera del Rebaño Sagrado.
Es así como el ganar la Concachampions no pesa tanto, no da tanto crédito para que un técnico se mantenga al frente de un equipo en la Liga MX.