El show de luces se estrenó en el Jalisco y Atlas aprovechó para montar su espectáculo en la cancha: derrotó a Mazatlán con celebraciones de estroboscopio cortesía de Furch y Quiñones, y debieron ser más, pero el Zorro se complicó al final ante un equipo que trae muy poco baile.

La primera cita con La Fiel en 2023 se postergó una semana y valió la pena: el inmueble de la Calzada Independencia estrenó alumbrado, juego con las apenas 12 mil almas de la tribuna, toda roja antes del arranque, después blanca, encendida y apagada y encendida de nuevo, con proyección de los símbolos de los Zorros. De alto caché. Y la cancha, pintada y con parches, especialmente por la banda, difícil que hubiera estado peor que en la Jornada 1 cuando se pospuso el duelo ante Toluca.

Se presentó oficialmente Benjamín Mora como estratega del Atlas, con rechifla, en especial en la cabecera donde se supone que no está La 51. Cómo le va a costar con la sombra de Cocca. Inició con un sencillo 4-4-2 y once competitivo, pero que ha perdido chispa. Mejor los rojinegros desde el primer minuto: Lanzamiento a la Kaiser de Abella sobre la descolgada de Quiñones, que controló soberbio, pero la defensa se atravesó para mandar a esquina.

El peruano Flores pidió balón y lo tuvo poco, pero le alcanzó para sacar la varita mágica: metió un pase filtrado donde nadie más lo vio, entre tres zagueros a Furch para dejarlo solo por derecha, Julio prefirió ceder a Quiñones en costado contrario y sacudió las redes. Sin embargo, el gol fue anulado por fuera de lugar. La barra atlista le mentó tantas veces la madre al árbitro que la FIFA los hubiera expulsado del país.

Mora perdió su elegante saco para la segunda parte y el Atlas, la timidez. Se fue con todo sobre Mazatlán que parecía noqueado, un cheque al portador. A Márquez le taparon un gol cantado y el Hueso se cansó de meter venenosos centros de tres dedos. Furch conectó uno, apenas rasguñó el vertical contrario. Hasta que se rompió la resistencia: Con un ‘tira-tira’ en el área sinaloense, El Emperador empalmó para enviar cruzado al fondo.

Cayó después Quiñones en el área y López Peñuelas tuvo que ir al VAR a revisar de nuevo, y aunque no era, decidió regalar el tiro de castigo que el mismo ‘33’ convirtió para encender y apagar las luminarias.

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Mazatlán encontró al 85’ un gol sin merecerlo, obra del único rescatable de su once estelar, Benedetti, recién adquirido en definitiva del América. Con Ake Loba, los Cañoneros pusieron en aprietos a los tapatíos en el cierre que tuvo ocho minutotes de compensación. Pero sufrirán otra vez este torneo y el Atlas, con su sensacional show de luces, da avisos que pretende dar espectáculo.