En un encuentro que prometía calidad y buen futbol, Atlas y Tigres quedaron en deuda con sus aficiones, tras igualar a cero goles.
El silbatazo inicial se efectuó, la pelota se movió, y la noche futbolera en Guadalajara se vio envuelta en una caldera de emociones provenientes desde la tribuna hacia la cancha.La tónica inicial fue de mucho ímpetu y ganas de querer irse arriba en el marcador por parte de ambas escuadras, pero la realidad indicó que tras los primeros 45 minutos, zorros y felinos no se hicieron daño.
De entrada, Atlas intentó hacerse de la pelota y crear peligro por el costado izquierdo mediante los constantes arribos del “Negro” Sandoval y de Gregorio Torres, sin embargo, al pisar línea de fondo, el peligro se escabulló ante los intentos de remate de Santana y Mancilla.
Con el trascurrir de las acciones, los regios poco a poco fueron aproximándose más al arco defendido por Miguel Pinto, pero al arribar a la última zona, las imprecisiones se adueñaron de las ofensivas universitarias.
Al 30’, las redes se movieron, pero para la mala fortuna de la visita, fue un intento fallido, dado que le anularon un gol a Juninho por estar en fuera de lugar. Con esto, tapatíos y regios se fueron al descanso.
Para la segunda mitad, Juan Carlos Chávez y Ricardo Ferretti no se guardaron nada. Los Tigres salieron con la determinación a tope de querer ganar el partido, mientras que por los Rojinegros, Matías Vuoso entró al terreno de juego para darle más “punch” al ataque atlista, situación que al final no sucedió.
La opción más clara llegó al 52’, gracias a una gran jugada de Lucas Lobos por derecha, quien ante el vencimiento de Miguel Pinto, mandó un centro a Damián Álvarez, para que éste con el arco abierto la enviara por un costado del poste, y con ello el grito de gol quedó ahogado en las gargantas provenientes de la Sultana del Norte.
Luego del arranque entusiasta de la UANL, la “Pájara” sacó del partido a Héctor Mancilla al 71’ y metió otro hombre de condiciones ofensivas en la persona de Flavio Santos, pero poco pudo hacer, ya que a los Zorros les costó adjudicarse el balón.
Ya sobre la recta final, el encuentro cayó en bache futbolístico y el ritmo vino a menos, razón por la cual la atención de los presentes se desvió a las gradas, en donde ambas barras se desvivieron por sus colores a través de canticos y apoyo.
Si bien con este resultado entre Atlas y Tigres, ambos se mantienen invictos en el actual certamen, los Zorros desaprovecharon la oportunidad de abandonar el sótano de la Tabla de Cocientes tras el descalabro de Querétaro. Mientras que los dirigidos por el “Tuca”, le dijeron adiós a la posibilidad de dormir como líderes generales de la competencia.