La luz del astro más ganador del futbol mundial llegó a iluminar Ciudad Universitaria como pocas veces o incluso nunca se habia visto.
Y es que para que el Estadio Olímpico Universitario de noche y ante un rival como Mazatlán haya albergado a más de 35 mil 423 personas, es porque había un motivo muy especial: Dani Alves.
Propios y extraños, nadie quiso perderse la presentación oficial del brasileño como jugador de Pumas y por eso parecía que en CU se jugaba Liguilla o algo más y no simplemente una Jornada 5. La noche de este miércoles absolutamente todo giraba en torno a Alves, al grado que parece no haberle importando a nadie en Universidad que sólo rescataron un punto con el empate a uno con Mazatlán.
El ’33’ llevó al Pedregal y su gente emoción, esperanza. Todos sonrientes y ‘pavoneandose’ por tener en sus filas a una figura mundial, incluso esa misma ilusión la reflejan hasta en el Rector Enrique Graue y el presidente Leopoldo Silva.
Y llegó el momento, Alves salió del vestidor y comenzó a vivir en carne propia los protocolos universitarios, y el primero el Himno Deportivo donde alzó el puño hacia el pebetero, pero desde que la gente lo vio, no dejó de aplaudirle absolutamente todo.
Arrancó el juego y Pumas lo hizo adaptado al brasileño que apareció como volante, pero mientras los presentes en el Olímpico tenían una fiesta y el homenajeado era Dani Alves, al que le celebraban cada movimiento, situación, todo.
Pero en lo futbolístico, Dani dio centros, corrió, cobró tiros libres, jugó todo el partido y aparentemente sin problema alguno; sin embargo, Pumas no pudo reflejar nada en el marcador.
Incluso era tanta la expectativa por el nuevo felino, que ni el gol de Mazatlán (75′) anotado por Eduard Bello, apagó CU.
Pumas insistía, llegó en un par de ocasiones, pero ninguna fue el gol del empate.Pero para que la fiesta cerrara con broche de oro, el gol auriazul salió de los pies de Dani Alves, quien cobró un tiro de esquina y Nicolás Freire remató.
Al final, los Pumas de Dani Alves salieron ovacionados aunque sólo lograron sumar un punto, y el brasileño tuvo una primera muestra de lo que es tener la sangre azul y la piel dorada.