Era su deseo desde que estaba en San Luis. Durante su gestión como entrenador del conjunto potosino André Jardine anhelaba ser el técnico azulcrema: “Me encantaba ver jugar al América por las formas, tienen un equipazo y ojalá un día pueda estar al frente”.

Ya con la 14 adornando las vitrinas de Coapa, el entrenador americanista reconoció que desde su llegada el objetivo siempre el título y que nunca se nublaron  todas las marcas que se rompieron de manera individual y grupal durante su primer semestre.

“Orgullo muy grande porque en ningún momento vimos esto de ser el mejor de los mejores; comparto un poco el pensamiento de Julián Quiñones cuando llega al club que le preguntan si su objetivo era ser goleador y dijo que no vino a eso sino a ser campeón. Los récords y estadísticas se quedan para la historia, pero no es el objetivo máximo, aquí estamos para ser campeones”, afirmó en el podcast de América.

Sobre los inicios de su carrera el propio estratega azulcrema recordó que le tocó trabajar con Ronaldinho, sin embargo, también se dio cuenta muy rápido que el aspecto físico era un problema y por ello decidió inclinarse a la dirección técnica.

“Fui un jugador de Fuerzas Básicas, tenía el sueño cuando niño, mi papá también tenía la ilusión, tuve un inicio en Gremio, tuve a Ronaldinho como compañero por algunos años y también muy temprano vi que no era el camino, la parte física siempre me costó mucho era un jugador que me cansaba mucho”, reconoció Jardine.