Una auténtica parafernalia se vivió ayer por la tarde con la llegada del América a tierras guanajuatenses, que cuentan las horas para el encuentro de ida de la gran final del Apertura 2013.
Con hora y media de retraso, las Águilas arribaron al hotel de concentración ubicado en el centro de la ciudad de León.
Alrededor de 300 personas invadieron las aceras del edificio y de igual forma coparon los puentes peatonales solamente para ver pasar a su equipo favorito.
El camión de los azulcrema llegó escoltado por cuatro camionetas de la policía municipal de León y tres motocicletas. Otros 20 elementos a pie cuidaban los accesos para que no hubiera algún tipo de incidente o conatos de bronca.
En la parte delantera del hotel apareció Miguel Herrera, técnico de los emplumados, quien sólo hizo un gesto de desaprobación cuando el chofer del autobús frenó abruptamente porque no calculó bien al dar la vuelta para entrar al estacionamiento trasero.
Los cánticos americanistas continuaron hasta ver desaparecer el camión, y aunque muchos se fueron decepcionados al no obtener una foto o un autógrafo de sus jugadores, siguieron por bastante tiempo lanzando loas a favor del equipo de las Águilas.
“¡Somos sus padres. Nosotros los calificamos al Mundial!”, gritaban los americanistas recalcitrantes, seguros de que alzarán de nuevo el trofeo de campeón del futbol mexicano, el del bicampeonato.
A pesar de la larga espera por el retraso del vuelo del conjunto capitalino, los azulcrema nunca perdieron el buen humor ni el optimismo, ya que durante la espera se entretuvieron tomando fotos y subiéndolas a las redes sociales.
Los leoneses defienden sus terruños y advierten “aquí esos chilangos no van a pasar. Somos el mejor equipo del torneo, el más goleador y se van a ir llenos de cuero”, dijo un aficionado que ansioso esperaba ver a los emplumados, no para felicitarlos, sino para maldecirlos.
Las bocinas de los autos concuerdan con esto. Las mentadas a ritmo de claxon acompañan los cánticos americanistas.
Y es que a pesar de que hay mucha afición amarilla por estas tierras, la mayoría se mantiene fiel a los colores locales.
“Es mucho más bonito tener el estadio en contra que jugar con estadio vacío, hay que disfrutar el partido como lo que es y el domingo nosotros tenemos el triple de gente”, dijo Miguel Layún, lateral del América, quien se crece al castigo y da muestras de que no le importa el rechazo de la gente.
Por lo pronto, los capitalinos descansaron ayer en León. Pase lo que pase, esta noche en el Nou Camp, regresarán esta misma noche, con el fin de preparar el partido de vuelta y buscar el objetivo de alcanzar el bicampeonato del futbol mexicano.