El divorcio americanista crece entre los desplantes del explosivo técnico, Miguel Herrera, y los reproches de sus jugadores, en evidente desacuerdo con el “suicidio” futbolístico al que condenó El Piojo a sus Águilas, la noche del miércoles frente al Cruz Azul.
A pesar de la ausencia forzada del argentino Rubens Sambueza, por lesión, de todas formas el estratega excluyó al paraguayo Osvaldo Martínez del 11 inicial, debido al bajo nivel del guaraní.
“Mira, la idea era esperar a Rubens hasta el último minuto y a Osvaldo lo llevamos de última, porque el estudio que salió de Rubens dijo que no estaba para jugar. Reitero, si no entreno con un jugador que a lo mejor no estaba ni siquiera pensado en iniciar, ni siquiera estaba en el juego, ¿cómo voy a ponerlo de inicio?”, descubre el estratega, sin dar más detalles del asunto.
El caso es que el propio Osvaldito parece no estar de acuerdo con lo que hizo su técnico, al emplear a jugadores que nominalmente no reúnen características ofensivas para desnivelar al rival. “Sí, yo creo que este equipo está acostumbrado a tener la pelota y creo que en la primera etapa nos la sacaron y este equipo no está acostumbrado a jugar así”, reprocha el paraguayo. “El primer tiempo no fue muy bueno, pero después merecíamos la victoria por lo hecho en el segundo [tiempo]”.
Enseguida, reconoce: “La idea era llegar a la final y al objetivo, pero los penaltis son de pura suerte y hay que seguir trabajando. Sabemos que la revancha la tenemos el día sábado. Hay que tratar de levantar”.
El defensa Miguel Layún, más directo, acepta que “perder contra Cruz Azul, Chivas o Pumas siempre duele y obviamente en una semifinal, y más por la importancia que le habíamos dado al Torneo de Copa”.
Tan duro pegó, que tratan de ver el tropiezo como una lección. “Es buen momento para levantar la cabeza y darnos cuenta que hay que hacer un poquito más para seguir sumando en la Liga”.