Frunce el ceño y aprieta la quijada en cuanto escucha las palabras “Cruz Azul” y “espanta” en la misma pregunta. La reacción de Miguel Herrera es instintiva, al igual que su respuesta.
Pese a que La Máquina se mostró más aceitada que ninguno otro de los participantes en la Liguilla, durante la ida de los cuartos de final, el director técnico del América rechaza sentir temor.
“No [espanta]. Jugó bien, aprovechó algunos descuidos y errores”, analiza, serio. “Obviamente, andan certeros, pero nada que no se dé en un partido de Liguilla: entrega, determinación”.
“El último gol que hace Morelia no lo pone en la pelea, porque son dos de diferencia, pero le da un poquito más de vida”.
Situación con la que argumenta su resistencia a marcar como favorito al equipo dirigido por Guillermo Vázquez.
Convencido de la capacidad que reúne el plantel a su cargo, el Piojo subraya que las Águilas fueron el único visitante que ganó el primer capítulo en la ronda de los ocho, por lo que también solicita reflectores.
“Es una Liguilla pareja”, diagnostica. “Si bien, Cruz Azul toma una ventaja importante, nosotros fuimos el único visitante que ganó. Los partidos fueron parejos”.
“Cruz Azul hizo cuatro [goles], pudieron ser cinco, pero también Morelia tuvo el 2-0 antes del empate. Los cuatro partidos han sido muy disputados”.
Por lo que no se anima a dar por sentenciada alguna serie, ni siquiera la que protagonizan Monarcas y Cementeros… Mucho menos, la que hoy tendrá sus últimos 90 minutos, sobre el lienzo verde del Estadio Azteca.
“Ninguno de los equipos que estamos en la Liguilla se puede considerar muerto antes de que acabe el segundo partido”, expresa.
Discurso escuchado por sus jugadores en el vestuario del estadio Olímpico Universitario.
El América ganó fuera de casa, pero su estratega no se fía.
“Los ocho somos candidatos”, insiste. “El domingo por la noche quedarán cuatro, y veremos cómo están [las semifinales]. No vamos con la idea de mantener esa ventaja, sino volver a ganar y dar ese paso rumbo a la siguiente ronda”.