Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Con temple de acero, aferrado de la pista y devorador de asfalto, es como se puede definir a Ignacio Galván ‘Nachito’, noble corredor del Club Runners Victoria que hace unos días cumplió con su participación en el 6to Ultramaratón de Jalisco 50K.
Son 56 años de edad y un récord de 12 maratones, tres ultramaratones e infinidad de carreras de la capital tamaulipeca, en apenas seis años, y es que Ignacio Galván asegura “no hay mejor vicio que correr”.
“Empecé por necesidad, yo pesaba casi 90 kilos y tenía problemas de salud”, explica.
“Yo me vine a caminar al estadio, poco a poco caminando fui conociendo gente, de ahí conocí a la Chana, él me enseñó a correr, de ahí me pasé a Runners Victoria con Robertito, que es el que me ha hecho que corra un poco mejor y un poco más”, asegura quien no falla un día sin ir a entrenar en las pista de tartán del Estadio Marte R. Gómez.
Para muchos la meta es una carrera, tal vez realizar un medio maratón o maratón, pero correr para Ignacio se ha convertido parte esencial de su vida.
“Mi meta principal es tener una larga vida y con mucha calidad”, puntualiza.
“Se me hizo vicio y un vicio sano, los invito a todos, nos beneficia, trae mucha salud y mejor calidad de vida”.
La edad no es impedimento asegura, Ignacio Galván finalizó el ultrmaratón en Jalisco, recorriendo 50 kilómetros de circuito.
“Es un parque con un circuito de cinco kilómetros, había que dar 10 vueltas y cada vuelta te daban una pulsera hasta completar los 50 kilómetros, muy agotador, el parque tiene sus desniveles y área con tierra suelta y dificulta el correr, muy divertido y bien contento”.
Su siguiente reto, a pesar de no seguir las indicaciones de su entrenador, “Súper Nachito” buscará realizar otro ultra este mes en Iturbide, Nuevo León.
“Como reto tenemos un 50k de montaña el 29 de abril en Iturbide, Nuevo León, viene la carrera de la Naranja pero es un tipo recuperación de los 50 que acabo de realizar”, destaca.
Por último asegura, tomará tiempo de descanso de las competencias para seguir haciéndolo recreativo, siempre con el entusiasmo y alegría que lo caracteriza.