Ciudad Victoria, Tamaulipas.- No es una familia normal, son una familia diferente, son de esas familias que siguen existiendo, que tienen valores, humildes, educados, agradecidos, con mucha energía, que te ofrecen siempre su ayuda y que se quitan, como se dice, “el taco para dártelo”, son muchas las palabras que pueden definir a la gran familia Peña, pero principalmente hay una que llena todo lo que abarca esta gran familia, y es que es una familia llena de campeones.
Don Marcelino Peña es el hombre de la casa, el padre del “Gullit”, el jugador hoy por hoy más cotizado en el futbol mexicano, Doña Juanita Rodríguez es su madre, la que junto a él crio a cinco hijos, Marcelino “Marce”, Oscar “Coreano”, Marco Antonio “Chino”, Luis Ángel “Chaparro” y Carlos Alberto “Gullit”.
“Todos somos únicos y a todos hay que darle su valor, cada quien escribe su propia historia, cada uno de mis hijos están registrando su propia historia, en el deporte, en el trabajo, como persona y eso es lo máximo para mí como padre, a veces me dicen ¿quién es mejor de tus hijos?, y yo digo todos, son únicos, todos son mis hijos, a todos se les da un valor moral y todos se les da educación hasta donde se puede, todos son excelentes para mí, no puedo compararlos”.
En la familia Peña están orgullosos de él, no solo por el futbolista que es, sino porque ha sabido salir adelante, porque se ha esforzado, ha trabajado, y porque supo salir de momentos difíciles.
“Me siento orgulloso de él, por todo lo que ha hecho, no le han regalado nada y a base de su trabajo y su esfuerzo está donde debe de estar”, comenta Oscar “El Coreano” Peña.
El cariño de su madre es incomparable, “es el carro que nos jala”, dice Marcelino, pero como ella misma platica, es la que les pone el freno, porque sabe lo tremendos que son sus muchachos.
“La verdad si batallaba con ellos, porque eran tremendos, al fin hombrecitos”, dice con una sonrisa.
-¿Con quién batallaba?-
“Con Gullit”, comenta Marco, y Doña Juanita asienta, “sí, y con Chaparro (ríen todos), es que a veces hacía frio y no los llevaba a la escuela, pero me salía y ellos se salían a jugar futbol al patio, al otro día los mandaba a la escuela llueve o truene”.
Y es que la escuela fue una parte difícil para Carlos, por no querer cortarse el cabello, y porque se la pasaba pensando solo en futbol.
“Todos eran buenos, pero no les exigía el diez, Carlos siempre era llamado por la maestra por no querer cortarse el cabello, siempre decía es que yo soy “Gullit” y de ahí no lo sacabas”, comenta su madre.
Pesé que el apodo de “Gullit” es por el recuerdo del jugador holandés que tanto le gustaba ver a su padre, Carlos no fue el primer “Gullit” de la familia, ya que Marco Antonio, “El Chino”, fue al primero que le dijeron así, porque su cabello era chino desde pequeño.
“Te voy a contar que el primer “Gullit” de la familia fue “El Chino”, a él fue el primero que le decíamos así, porque desde pequeño su cabello era así, pero como a mi hijo le gustó más jugar de portero, le empezamos a decir así a Carlos”, dijo Don Marcelino.
El ‘segundo’ padre de Gullit
En la formación de Carlos Alberto Peña como jugador existió un amigo, un apoyo que lo acompaño a su sueño, que lo llevó a las fuerzas básicas de Pachuca, donde se desarrolló y creció futbolísticamente y que fue como un segundo padre en su vida.
“Mario Coronado es un gran amigo, lo quiero mucho igual a su familia y él fue una persona muy importante en la carrera de mi hijo, él estuvo con él en el equipo de los Búhos, él le dio todo su apoyo y se lo sigue dando, fue como un segundo padre para mi hijo, porque convivía mucho con él, se lo llevaba de vacaciones con su familia, Mario es una gran persona, él fue uno de las piezas importantes para que “Gullit” saliera adelante”.
La vida no ha sido fácil para Carlos Peña, momentos de su carrera han marcado a la familia, pero verlo sufriendo y jugando es uno que no disfrutaron.
“El momento de la Final (de ascenso), es donde yo me siento muy orgulloso de él, jugar con un pie suturado y con un esguince en el otro, es difícil, si a veces uno con una torcedura pide cambio, él tuvo muchos pantalones para entrar así, pues es con lo que juegas y se aventó un muy buen partido”, declara su hermano Oscar.
Pero las cosas han cambiado y disfrutan el momento que vive, la final que jugó con América.
“Disfrutamos verlo jugar, a veces ver a otros equipos no divierte y ver a esos equipos (León y América), que atacan, atacan y atacan, aunque no le vayas a esos equipos los vas a ver, pero nosotros disfrutamos de verlo jugar y yo siempre disfruto sus jugadas, aquí en la casa nos juntamos y apenas cae un gol de León, aunque no sea de él y nos hacemos bolita, gritamos, imagínate cuando mete gol Gullit”.
Luis ángel es un gran jugador dentro del campo, juega para el Deportivo Peña, equipo de la familia, que se desarrolla en la Liga Zona Centro (liga local), y además de su habilidad con el balón sus rasgos físicos son muy similares a los de su hermano Carlos que hasta lo confunden.
“Cuando hemos ido a León lo ven llegar y se le van sobres y les dice, esperen, esperen, soy su hermano, y le dicen, como quiera nos tomamos la foto, ya hasta dice el Chaparro, papá se me hace que ya le voy a cobrar a “Gullit”, comenta con una sonrisa.
El éxito de Carlos es tan reconocido que cuando juegan contra el equipo de la familia, los enfrentan como si fuera una final, como si estuvieran enfrentándolo a el mismo “Gullit”.
“Todos los equipos nos juegan a morir, aunque sean los últimos de la tabla, parecen siempre finales, nos dicen no me importa que seas hermano del “Gullit”, pero uno siempre va a divertirse y no a “gancharse”, pero a veces hay gente que no lo toma así, se la toman muy enserio y uno siempre juega con humildad, si te dicen cosas, solo les dices ponte a jugar, tratamos de ir y divertirnos un rato a olvidarse por esas horas de la escuela y el trabajo”, comenta Oscar.
Además Carlos se burla de sus hermanos cuando pierde el Deportivo Peña.
“Nos tira carrilla, nos dice, como fueron a perder, no hacen bien las cosas o que, voy a tener que ir a ayudarles, pero todo jugando”, asegura “El Chaparro”.
Lo ven en Brasil 2014
“Si lo veo”, asegura Oscar, “pero hay que trabajar el día a día”, “lo difícil no es llegar, sino mantenerse, esa intensidad que ha mantenido casi dos años, desde que Matosas le dio la confianza”, replica “El Chino”.
Y es que a pesar que faltan algunos meses para Brasil 2014, el trabajo que ha desarrollado “Gullit” en los últimos años lo pone en la lista de la gente que ira a la Copa del Mundo, incluso se habla en medios nacionales e internacionales que lo buscan equipos para llevarlo a jugar al viejo continente, situación que no inquieta a la familia, simplemente disfrutan el momento que vive y que esperan siga teniendo Carlos Alberto Peña Rodríguez el campeón del futbol mexicano.