Una noche histórica para Golden State en territorio hostil. Los Warriors se coronaron por séptima ocasión al imponerse 103-90 a los Celtics de Boston, quienes no perdían una Final en casa desde 1985. Ahora son el tercer equipo con más títulos en la NBA, dejando atrás la igualdad que tenía con Chicago.

En el primer cuarto ambas quintetas dejaron claro su poderío, los Celtics comenzaron atacando el aro cada que podían con Jayson Tatum encabezando el ataque, mientras los Golden State lanzaban de lejos 5 de 11 triples para dejar el marcador 27-22 a su favor.

Para el segundo cuarto Boston parecía desconcertado con 12 pérdidas de balón. Mientras tanto el “Chef” Curry ya llevaba 12 puntos, al igual que Clay Thompson, yéndose al medio tiempo con el marcador a favor 54-39.

Al regresar del descanso, Boston llegó a estar abajo por 22 puntos, pero al igual que hace dos semanas despertaron a esta hora del partido y dejaron el marcador 76-66, solo 10 de diferencia.

La desesperación y el despertar tan tarde acabó con las ilusiones de un séptimo partido, la buena defensa de los Warriors y el manejo de juego que tuvieron le llevo a ganar partido 103-90 y con ello el título.