Xhaka fue el encargado de darle la victoria al Borussia Monchengladbach en el último minuto frente al Colonia, lo que provocó el enojo de los aficionados visitantes, quienes invadieron el campo.
Los fanáticos que ingresaron al terreno de juego lo hicieron enmascarados y con trajes blancos, al tiempo que lanzaron bengalas, lo que provocó la movilización de la policía del estadio.
Miembros de la seguridad persiguieron a los seguidores del Colonia y los sometieron para evitar que siguieran ocasionando problemas en el Borussia Park.