La esperanza de Ferrari ya no recae en lo que pueda hacer Charles Leclerc sobre la pista, sino en que Max Verstappen no termine las carreras. Luego de un inicio fulgurante y que prometía terminar con años en la sombra, Red Bull y su Rey han sabido domar a Il Cavallino y este fin de semana lanzan una seria amenaza contra la Scuderia y el monegasco: en tu casa y con tu gente ganaremos.

Carrera que el Campeón de la Fórmula Uno ha terminado es carrera en la que sube a lo más alto del podio. Con ese escenario, el #1 de la parrilla promete dar otra clase en Mónaco, ante la mirada del piloto que hasta antes del Gran Premio de España era el líder del Mundial.

Tras la tercera fecha en Australia, Leclerc era el mandón con 46 puntos de ventaja sobre el neerlandés. No obstante, ese abandono fue una advertencia que Red Bull no pasó por alto y con tres victorias consecutivas, Mad Max le dio la vuelta al Campeonato 2022, ahora con seis unidades sobre Charles.

Aun así, el monarca de la F1 no se confía y sabe que debe de hacer algo de lo que conoce poco: ganar en el Principado.

“Mónaco siempre es un fin de semana caótico, pero también especial. La calificación es crítica, la pista es de la vieja escuela y muy estrecha, tenemos que ir siempre al límite, es una locura con los monoplazas del serial”, indicó Verstappen.

De seis fechas que ha corrido en Montecarlo, sólo Mad Max ha subido al podio, el año pasado, cuando se impuso en un podio bastante refrescante, con Carlos Sainz como segundo y Lando Norris detrás de ellos.

“Mi historial en Mónaco no es demasiado bueno, pero ganamos el año pasado allí, fue una liberación cuando crucé la línea de meta. Fue un gran momento esa victoria”, añadió el #1.

A favor de la confianza del Campeón, Leclerc tampoco destaca cuando corre en casa, pues nunca ha sumado puntos ahí y, de hecho, registra un vergonzoso cien por ciento en abandonos, aunque en 2018 se coló al decimoctavo puesto por haber llegado hasta el giro 72.