Columbus no duerme. En la calle, en los bares, en todos lados se habla del juego contra México. Los aficionados estadounidenses ya relamen los bigotes con la oportunidad de conseguir su boleto para el Mundial a costa de la Selección Mexicana, y de paso aniquilar más la ilusión del odiado rival de llegar a Brasil.
Hace mucho que el público americano no ve el futbol como un deporte más. La gente del país vecino del norte se ha contagiado de la pasión futbolera, y más aún si se trata de un partido crucial para los equipos más fuertes de la zona.
La noche previa al duelo entre Estados Unidos y México fue una locura en Columbus. Cientos de aficionados se reunieron en un bar cercano al Estadio Columbus Crew para festejar lo que ellos llaman el ‘Big Game’ y la mayoría de ellos portando orgullosamente la camisa del equipo estadounidense. Todos juntos por un mismo objetivo: conseguir la gloria de estar en un nuevo Mundial.
Americanos de todas partes: San Diego, Nueva Jersey, Nueva York, Texas, Cleveland, Boston, Cincinnati, Washington, sólo por mencionar algunos. La distancia no importa si se trata de ver a su Selección jugando el Clásico de la Concacaf.
El festejo previo parece únicamente una ‘probadita’ de lo que quieren gozar tras los 90 minutos ante México. Y es que todos estas convencidos que hoy puede ser un día histórico que marque a los Estados Unidos, con la opción de amarrar su pase para Brasil y además empujar al Tri al abismo.