El campeón mundial Tyson Fury se presentó el viernes cerca de cinco kilos (12 libras) más ligero que en su última pelea, en una ceremonia de pesaje de ambiente relajado para el combate del sábado ante el también británico Dillian Whyte.

Fury registró un peso de 120,11 kilogramos (264,8 libras) un día antes de la pelea en que busca defender su título mundial de peso completo de la CMB ante su compatriota en el estadio de Wembley.

Whyte dio en la balanza 114,8 kilogramos (253,25 libras), casi tres kilos (seis libras) más que en su última pelea.

Durante un cara a cara francamente amistoso, que subrayó la considerable ventaja en altura de un Fury de 1.85 metros (seis pies y nueve pulgadas), los rivales sonrieron y se hicieron cosquillas antes de un sincero apretón de manos e intercambio de gorras.

Fury (31-0-1, 22 nocauts) prometió que la historia será diferente el sábado frente a más de 94 mil espectadores en su segunda defensa del título que obtuvo en febrero de 2020.

“No duden de nosotros, vamos a montar un espectáculo como ningún otro antes”, afirmó Fury. “Va a ser una guerra, no se preocupen por eso”.