Un gol en la prórroga del togolés Emmanuel Adebayor clasificó al Tottenham para cuartos de final de la Liga Europa y truncó la proeza del Inter (4-1), que igualó el 3-0 de la ida y forzó el tiempo extra, pero finalmente se quedó sin nada con el tanto del conjunto inglés en el minuto 96.
Un duro golpe para el equipo italiano, su esfuerzo y su reacción de este jueves en el duelo de vuelta, en el que a punto estuvo de completar una misión aparentemente imposible con el 3-0 de hace una semana en White Hart Lane hasta que un rechace del esloveno Samar Handanovic lo aprovechó Adebayor para sentenciar la eliminatoria.
Desde el inicio, el Inter creyó en sí mismo, demostró ambición y se sintió capaz de discutir el pase del Tottenham. Y añadió goles a sus deseos de remontada: en el minuto 20, un centro perfecto de Rodrigo Palacio puso en la cabeza el 1-0 a Antonio Cassano y, en el 52, intercambiaron los papeles, con el italiano como asistente, por encima de la defensa, del argentino, que batió a Brad Friedel (2-0).
El Inter, que estrelló un tiro en el larguero, estaba a un gol de empatar la eliminatoria; el Tottenham, sin Gareth Bale, sancionado, temió ya por su clasificación, aún más en el minuto 75: una falta ejecutada por Cassano chocó en la barrera, después en William Gallas y desató la euforia en las gradas del Giuseppe Meazza con el 3-0.
Lo intentó entonces el visitante Kyle Naughton con un trallazo desde fuera del área, al que respondió magnífico el esloveno Samir Handanovic, y después el local Esteban Cambiasso, con un tiro que no vio puerta por unos centímetros, dos acciones relevantes que no evitaron la prórroga, que comenzó con el 3-1 del Tottenham.
A los seis minutos, Adebayor solucionó los apuros de su equipo con un gol reconfortante. Volvió a darle emoción el Inter al partido, con un gol del argentino Ricky Álvarez (m. 110). Era el definitivo 4-1, reflejo de un duelo imponente del equipo italiano, que sumó un triunfo inútil e insuficiente para alcanzar los cuartos.
Levante cae en la prórroga en Moscú
El Levante cayó en los octavos de final de la Liga Europa ante el Rubín Kazán (2-0), que marcó sus dos goles en la prórroga tras un partido muy parejo que parecía destinado a la ruleta rusa de los penaltis.
Dos goles, uno en la primera parte de la prórroga del venezolano Rondón, y otro del ruso Dyadyun en la segunda, cortaron en seco las esperanzas levantinas en el partido más importante en sus más de cien años de historia.
Fue un partido atípico que se disputó en un estadio fantasma, ya que apenas unos cuantos centenares de aficionados animaban a los futbolistas en unas instalaciones que acogieron en 2008 la final de la Liga de Campeones con capacidad para casi 80 mil espectadores.