Tim Tebow permanecía de pie a un lado de la cancha con una gorra en la cabeza y las manos en los bolsillos mientras los aficionados de los Jets coreaban su nombre.
Querían ver en acción al quarterback reservista en una paliza de 49-19 que Nueva Inglaterra le recetó a Nueva York el jueves. Resulta que prácticamente no había posibilidades de que Tebow recibiera un balón.
El mariscal de campo, que no jugó, reveló después del partido que se rompió dos costillas en la derrota de los Jets en Seattle hace dos semanas.
“Necesitan un poco de tiempo para mejorar” dijo Tebow, e indicó que el problema le ha afectado la respiración.
Para el partido estaba enlistado como en duda con una lesión en las costillas, pero sí participó en los entrenamientos el miércoles. El entrenador Rex Ryan se mostraba renuente a enviar a Tebow a la cancha, y finalmente decidió que sólo lo utilizaría si “absolutamente tenemos que tenerlo”.
“Aprecio su preocupación, tuve que hablar un poco (con el entrenador) sólo para poder ponerme el uniforme, pero simplemente quiero estar ahí para mis compañeros en caso de que me necesiten en una emergencia” declaró el quarterback.
Tebow ha tenido un papel limitado en la ofensiva de los Jets esta campaña después de que fue adquirido en marzo a los Broncos de Denver. Se esperaba que aportara un elemento dinámico a la ofensiva, pero sólo está promediando unas siete jugadas de ataque por partido.
Cree que la lesión ocurrió en una jugada ofensiva contra los Seahawks.
“Realmente no sabía. Sólo seguí jugando y comencé a sentirla posteriormente” aseguró.
Participó en el triunfo de los Jets en San Luis el domingo pasado, pero el lunes le hicieron una resonancia magnética que reveló el grado de la lesión. El quarterback espera estar lo suficientemente saludable como para jugar en el próximo partido de los Jets frente a Arizona el 2 de diciembre.