Una subasta de doce costosos relojes de oro de 18 kilates totalmente personalizados para sendos campeones históricos será el campanazo del plan de pensiones del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) para exboxeadores ‘en desgracia’.
Estas piezas de relojería recrean el cinturón verde y oro que el CMB les entrega a sus campeones y fueron fabricados en oro de 18 kilates con un diámetro de 4,8 centímetros en su carátula y en su tapa el logotipo del organismo y la firma de un histórico del boxeo.
La subasta se celebrará el próximo 29 de septiembre en el Hotel Bellagio de Las Vegas con un precio base a partir de los 60.000 dólares y la promesa de que los compradores lo recibirán en mano de los campeones que homenajean.
Se elaboraron relojes de Mike Tyson, Lennox Lewis, Sugar Ray Leonard, George Foreman, Larry Holmes, Ken Norton, Tommy Hearns, del australiano Jeff Fenech, del ghanés Azumah Nelson, del mexicano-estadounidense Oscar de la Hoya, del panameño Roberto ‘Mano de Piedra’ Durán y del mexicano Julio César Chávez.
Los fondos serán aplicados en al menos 40 países a boxeadores que cayeron en situación de pobreza en el ocaso de su vida después de ver esfumarse las fortunas que ganaron en su apogeo como campeones, según las reglas establecidos por el CMB.
En México funciona un programa similar que entrega pensiones de unos 500 dólares mensuales con cobertura médica a una treintena de excampeones mexicanos que ya superaron los diez años de haberse retirado.
El presidente del CMB, José Sulaimán, estableció los términos generales del proyecto en una columna periodística reciente al considerar que el plan de pensiones pretende ser “la mano amiga del boxeo”, un deporte formado por quienes “nacen en las cunas más pobres y casi no tienen ni para comer”.
Titular del CMB desde 1975, Sulaimán refirió casos de boxeadores que perdieron sus fortunas o que fueron víctimas de engaños, como el mexicano Víctor Rabanales, “a quien le vendieron el (Volcán) Popocatépetl y lo compró”, recordó.
Otro caso es el del cubano-mexicano José Ángel ‘Mantequilla’ Nápoles, quien lleva más de 20 años viviendo en la planta alta de los baños públicos ‘ROMA’ en Ciudad Juárez, donde su único sustento son las clases que en condiciones deplorables imparte a niños.
Joe Louis, quien recibió ayuda de Frank Sinatra; Beau Jack, que acabó como limpiador de calzado; el argelino Alphonse Halimi, que murió en un asilo en Francia; fueron boxeadores que acabaron su vida en condiciones difíciles tras las mieles del dinero y la fama.