El alcalde de Roma, Ignazio Marino, pidió que el Feyenoord o el estado holandés paguen los daños causados en la ciudad después de que los hinchas del club holandés arrasaran la famosa Plaza de España.

“El que rompe debe pagar. Alguien tiene que aceptar la responsabilidad, ya sea el club de futbol o Holanda”, dijo Marino a la cadena estatal de televisión RAI.

Los hinchas holandeses del Feyenoord provocaron este jueves en su enfrentamiento con la policía en Roma “daños imborrables y permanentes” en la fuente de la Barcaccia de Bernini de la Plaza de España, que había sido restaurada hace pocos meses, según comentó a los medios locales el superintendente de Bienes Culturales de Roma, Claudio Parisi.

Parisi reveló además que “los daños a la fuente son seguramente mayores de los que se observaron en una primera inspección”.

Se refirió a “varios rasguños y golpes en la superficie”, provocados por los lanzamientos de botellas.

El miércoles, 23 aficionados del Feyenoord fueron detenidos tras causar problemas en otra zona céntrica.

“Fue una guerra urbana”, afirmó Marino.