El runrún de desesperación entre los aficionados del Bayern Munich cuando las pantallas del estadio de Wembley repetían las dos ocasiones que había fallado Arjen Robben en la primera parte era más que evidente.
La fama del volante holandés como la de un futbolista que se arruga en las grandes finales amenazaba con volver a aparecer, después de tres derrotas significativas, dos en Liga de Campeones y una en el Mundial de 2010.
Pero esta vez, el destino tenía reservado a Robben un papel estelar. Dio la asistencia a Mario Mandzukic en el primer tanto y su gol en el último minuto del partido dio el sábado la victoria a Bayern sobre el Borussia Dortmund por 2-1 y el ansiado título de la Liga de Campeones.
“Eran tres finales perdidas y no quieres que te etiqueten como un perdedor”, dijo Robben tras reconocer el alivio que le produjo el triunfo.
En los primeros 45 minutos, Robben se plantó dos veces ante Roman Weidenfeller. El primer mano a mano, escorado en la izquierda del área, lo resolvió picando el balón. No resultó.
Después, un rechace de Mats Hummels dejó el balón muerto a sus pies y su remate a bocajarro se estrelló en la cara del arquero. Viejos fantasmas volvieron entonces a la mente de todos los aficionados. Robben falló manos a manos similares en otras finales, que le costaron muy caro. En Sudáfrica 2010, perdonó a España en dos ocasiones.
En la final de la Copa de Europa el año pasado, falló un penal en el alargue y la victoria acabó siendo del Chelsea. “Pasan muchas cosas por la cabeza en esos momentos”, admitió. Todo cambió en la segunda mitad.
A los 60 minutos, Robben recibió en el lateral del área un pase de Franck Ribery, apuró la línea de fondo y consiguió centrar ante la salida de Weidenfeller para que Mandzukic simplemente empujar el balón a la portería.
Después del empate del Dortmund al transformar un penal, parecía que la final volvería a marcharse al alargue. Pero entonces apareció el holandés. Rompió la defensa en velocidad tras otro pase de Ribery, dribló a Weidenfeller y anotó el gol de la victoria.
Robben fue elegido el “jugador del partido” por la UEFA y recibió el premio de manos del ex entrenador del Manchester United Alex Ferguson. “En el último minuto, me anticipé bien. Había fallado dos veces, pero pude mantener la calma”, explicó. “Esto es algo inmenso. Aún no lo asimilo, son tantas emociones”.