Al margen de intentar acondicionar al colectivo de jugadores para una temporada exigente, el técnico del Real Madrid, Carlo Ancelotti, parece haberse marcado un objetivo en lo personal, recuperar la mejor versión del brasileño Kaká.
El técnico italiano conoce de primera mano todo lo que puede dar el centrocampista, al que convirtió en uno de los mejores jugadores del mundo cuando ambos coincidieron en el Milán. Consciente de ello, durante los primeros entrenamientos ha seguido muy de cerca sus evoluciones y se ha mostrado cercano a él.
El lunes, en la vuelta al trabajo, ya se les pudo ver dialogando amistosamente. La historia se ha repetido esta mañana, donde el brasileño también ha conversado con el francés Zinedine Zidane; asistente del nuevo responsable del banquillo.
Kaká es consciente de que este puede ser el último tren para hacerse un hueco en el once del Real Madrid y que depende de él, tal como indicó Carlo Ancelotti en su presentación.
“Lo conozco muy bien. Espero verlo entrenar y después decidir, pero yo pienso que es un jugador del Madrid y vamos a trabajar con él para ser el mejor jugador posible para el Madrid”, dijo.
Fichado por sesenta y cinco millones de euros en el verano de 2009, el futbolista no ha terminado de encajar en el esquema del conjunto blanco. Las lesiones y la falta de confianza en algunos momentos le han hecho perder protagonismo hasta el punto de convertirse la pasada campaña en una opción residual para el técnico portugués Jose Mourinho.
Ahora, con la llegada de su principal valedor, se abre ante él una vida nueva que afronta con optimismo y con un objetivo principal en el horizonte, la disputa del Mundial que se celebrará en su país el próximo año.