La caída del Madrid 1-0 contra el Athletic club de Bilbao fue tan estruendosa como el sonido de la afición del Athletic en San Mamés. Quizás el marcador no fue abultado, al contrario, un solitario gol de Anduriz le quitó tres puntos al Madrid, que eran vitales en su pelea por la cima de la Liga.
Desde el inicio, los rojiblancos mostraron que nadie les iba a faltar el respeto en su casa. Controlaron el balón, buscaron espacios y anularon los intentos de ataque de los blancos.
Pese a que fue un partido de pocas llegadas, el Athletic mostró en el primer tiempo que Iker Casillas tarde o temprano sacaría el balón de las redes.
Y así ocurrió en el minuto 26, cuando Mikel Rico lanzó un centro preciso y Aritz Aduriz le ganó la marca a Pepe y metió un cabezazo con el veneno necesario para que la afición del Bilbao hiciera retumbar el estadio con la primera anotación.
Desconcertados, el Madrid se abocó a controlar el balón, buscar el pase filtrado y esperar que de los pies de Cristiano o Benzema llegara la igualada.
Sorprendio sin duda, que en una cancha tan complicada como la de Bilbao, Asier Illarramendi mostrara serenidad y seguridad en su juego, junto con Kroos distribuyó el balón y fue un pivote necesario para los Merengues, buenas noticias para Ancelotti y compañía.
Para la parte complementaria, el Madrid hizo cambios en busca de que piernas frescas consiguieran el resultado, Illarramendi salió por Jesé; Kroos por Silva y Benzema por Chicharito al 80′.
Poco pudo hacer el mexicano, su única ocasión vino tras un remate de Bale que pegó en el palo y CH14 intentó cabecear sin éxito.
El cuadro de Ancelotti se descompuso y terminó el partido con más dudas que certezas. El Clásico contra el Barcelona está a la vuelta de la esquina y los de Valdebebas no se ven como un equipo que pueda dar un golpe de autoridad en el Camp Nou.