Lo que debía ser una jornada de júbilo y celebración en Kansas City tras el triunfo de los Chiefs en el Super Bowl se transformó en una escena de caos y tristeza. Autoridades locales informaron que el tiroteo masivo que ensombreció el desfile de victoria, dejando un saldo de una persona muerta y 22 heridos,aparentemente se originó a partir de una disputa entre múltiples individuos.

La Jefa de Policía de Kansas City, Stacey Graves, reveló en conferencia de prensa que el número total de víctimas ascendió a 23, incluyendo a Lisa Lopez-Galvan, quien lamentablemente perdió la vida a causa de los hechos. Las edades de los heridos varían entre los 8 y 47 años, con la mitad de ellos menores de 16 años, lo que subraya la magnitud de la tragedia en un evento familiar.

Ross Grundyson, Jefe de Bomberos de Kansas City, indicó que entre las víctimas hay ocho en estado crítico y siete en condición seria. A pesar de la presencia de más de 800 oficiales de policía, el tiroteo ocurrió, sembrando el pánico entre los asistentes.

Tres personas han sido detenidas en relación con el incidente, dos de ellas menores de edad, y se han recuperado varias armas de fuego. Sin embargo, la investigación sigue en curso, con las autoridades haciendo un llamado a testigos y víctimas para que aporten cualquier información que pueda ayudar a esclarecer los hechos.

A pesar del trágico suceso, el alcalde Quinton Lucas expresó que no se prevé la cancelación de futuros desfiles en la ciudad, incluido el próximo por el Día de San Patricio, aunque reconoció los desafíos de seguridad pública que eventos de esta magnitud conllevan.

El desfile de los Chiefs atrajo a multitudes de aficionados, algunos de los cuales escalaron árboles y farolas para obtener una mejor vista, mientras los jugadores desfilaban en autobuses de doble piso al ritmo de DJs y bateristas. Sin embargo, la celebración se vio abruptamente interrumpida por los disparos, generando confusión y miedo entre los presentes.

Este trágico evento ha dejado una profunda huella en la comunidad de Kansas City, mientras se buscan respuestas y se hace un llamado a la reflexión sobre la seguridad en eventos públicos masivos.