El técnico escocés David Moyes dirigió hoy al Manchester United en su primera victoria liguera sin Alex Ferguson en el banquillo, una goleada por 1-4 que protagonizaron el holandés Robin Van Persie y Danny Welbeck con sendos dobletes.
El holandés abrió el marcador con un gol soberbio en el primer tiempo y sentenció el duelo a un cuarto de hora del final con el tercero de su equipo.
Welbeck había puesto el 0-2 en el marcador antes de la media parte y añadió otro tanto más a su cuenta en el último minuto, después de que el marfileño Wilfried Bony hubiera firmado el gol del honor para los locales.
Moyes optó por relegar al banquillo durante la primera parte a una de sus estrellas, el inglés Wayne Rooney, que ha dejado claro en su club que quiere cambiar de aires antes del cierre del mercado de verano y cuyo nombre suena para reforzar el ataque del Chelsea o el Arsenal.
En el cuadro local jugaron de salida los españoles Chico Flores, Angel Rangel, Michu y el debutante Cañas, y luego salió Pablo Hernández, que sufrieron el poderío de su rival.
El United se enfrentaba a un Swansea bien ordenado por el danés Michael Laudrup, que lograba desactivar el juego de los visitantes la media hora de juego.
En ese momento, sin embargo, como si el técnico Alex Ferguson continuara todavía en la banda manejando los hilos del partido, los “diablos rojos” dieron el golpe al partido con un latigazo cuando el Swansea menos lo esperaba.
Con el mismo estilo rápido y directo que ha mostrado el United en las últimas temporadas, marcó un gol tan rotundo que parecía sentenciar el partido con sesenta minutos todavía por delante.
La última línea de los “Swans” dudó al marcar el fuera de juego y permitió que un largo pase desde el medio campo llegara en perfectas condiciones a Van Persie, bien colocado en el área.
El atacante zurdo controló con el pecho un balón que le quedó algo alto, un problema que le sirvió para demostrar una vez más su talento: sin pensarlo, asestó una volea a la media vuelta con la diestra que dejó perplejo al guardameta local, su compatriota Michel Vorm.
La magia de los actuales campeones de liga aturdió también al rival, que dos minutos después se volvió a hacer un lío en defensa y propició que el United se alejara con un 0-2 antes del descanso con un remate de Welbeck.
Moyes dio entrada a Rooney al inicio de la segunda mitad, quizás como un signo más de que no tiene intención de dejarle salir este verano de club, pero fue Van Persie quien de nuevo amplió la ventaja del United a un cuarto de hora del final, con una jugada personal que despejó cualquier duda que pudiera quedar sobre la victoria de los locales.
Aún le quedaron fuerzas a los “Swans” para marcar el gol del honor: lo hizo Bony a siete minutos del final, cinco antes de que Welbeck sumara otro tanto a su cuenta.