Portugal se alzó como primer campeón de la Liga de las Naciones sin necesidad de recurrir a su capitán y máxima estrella, Cristiano Ronaldo, que volvió a quedarse con las ganas de ser protagonista en la consecución de un trofeo internacional.

Portugal salió con una clara intención ofensiva, representado en la delantera de Berardo, Guedes y Ronaldo, ávido de gol y gloria, frente a Holanda, que perseguía demostrar que, tras años de ausencia, volvía a tener hueco entre la élite internacional del futbol.

Después de tres llegadas a medio gas en los primeros diez minutos, empezaron a llegar los avisos serios de los lusos a Cillessen, a quien puso en aprietos Bruno Fernandes con un tiro que cabeceó William Carvalho y que fue a parar a las manos del portero holandés.

Pero ese peligro portugués era apenas presión. Los de Fernando Santos se diluyeron en un festival de disparos a puerta sin afinar en los restantes minutos antes del descanso, del que salieron impacientes.

Con los disparos incrementándose y Cristiano cabeceando desesperado ante la falta de tino, Guedes selló el ansiado gol en el minuto 60, un disparo al lateral de la portería que Cillessen, pese a lanzarse extendido, no pudo frenar.

Holanda, que trataba de reaccionar empujando hacia el área contraria, chocaba contra Rui Patrício, que frenaba los intentos de Memphis Depay, que gracias a su altura se imponía a Fonte y Semedo, mienntras, Cristiano seguía intentándolo. Su nueva mejor ocasión llegó en un tiro de falta, pero el disparo le salió torcido.