Brasil y Uruguay definirán hoy, en el estadio Mineirao, al primer finalista de la Copa Confederaciones 2013. Se trata de uno de los grandes clásicos del futbol mundial, con muchos recuerdos para ambos equipos y demasiado en juego.
Para el “nuevo” Scratch du Oro de Luiz Felipe Scolari, una victoria es esencial en la confirmación del repunte del equipo que inició este torneo rodeado de escepticismo, pero que tras las victorias sobre Japón (3-0), México (2-0) y sobre el tetracampeón del planeta, Italia (4-2), parece haber encontrado la formación y el estilo de juego con los que buscará, como local, el hexacampeonato en el Mundial 2014.
Además, un triunfo supondría dar otro paso rumbo a la cristalización del sueño brasileño de disputar el título en el mítico Maracaná, ante la poderosa selección de España, que mañana se medirá con la Squadra Azzurra en la otra semifinal.
El director técnico de los charrúas, Óscar Washington Tabárez, aspira a confirmar ante los anfitriones la recuperación del equipo uruguayo, después de los sucesivos traspiés en las eliminatorias mundialistas, esos que hicieron caer a la Celeste al quinto puesto, lo que hoy supondría disputar la repesca, para conquistar el cupo en la XX Copa del Mundo.
Pese a que Brasil es -en teoría- el favorito por jugar en casa y haber ganado los tres partidos que disputó hasta ahora, Uruguay aspira a revivir en el Mineirao el fantasma del Maracanazo del Mundial Brasil 1950, cuando derrotó a la Canarinha (1-2) en el encuentro que definió el anhelado campeonato.
“Es una situación linda, por todo lo que significa enfrentar a Brasil, especialmente en su casa. Para nosotros, será como una final”, anticipó el zaguero charrúa Diego Godín, quien tendrá la misión de frenar a la principal estrella de la Verdeamarelha, el habilidoso delantero Neymar, recién fichado por el Barcelona.
En las filas de Brasil, Scolari y los jugadores no ocultan su preocupación frente al rival de hoy, el cual -según Felipao- es “uno de los mejores equipos de este torneo”.
“Un duelo con Uruguay será muy duro. Ellos tienen a un equipo muy organizado defensivamente y adelante cuentan con jugadores capaces de definir un partido”, dijo el delantero Fred.
A su vez, el portero Julio César advirtió la importancia de frenar el poderoso ataque uruguayo, que conforman Edinson Cavani, Diego Forlán y Luis Suárez.
“La tensión será enorme, porque ellos pueden definir un partido en segundos”, enfatizó el guardameta del Queens Park Rangers inglés, quien aseguró que el de este día será un clásico sin favoritos, pese a que la última victoria uruguaya sobre Brasil ocurrió en 2001.
“El hecho de que les hayamos ganado en los últimos partidos no nos convierte en favoritos. En la Copa América de 2004, los derrotamos en penaltis, también la victoria de 2007 fue en penaltis.
Siempre han sido juegos difíciles, que se definieron por detalles”, argumentó. Lo que hace difícil pronosticar un ganador, pese a las ventajas locales.