Nueva York es la cara de este Super Bowl XLVIII. Sí, el glamour y colorido de Times Square enamora. Broadway se ha convertido en el ‘Super Bowl Boulevard’, donde miles de aficionados se darán cita esta semana para vivir el frenesí del partido; sin embargo, es en Nueva Jersey donde está el corazón del Súper Tazón.
Poco más de 10 kilómetros separan a la ‘Gran Manzana’ de Jersey City. Una distancia corta, pero suficiente para establecer diferencias y hacer comparaciones. Es por medio del túnel Holland, que atraviesa de manera subterránea el río Hudson, como se conecta la zona de Manhattan con Jersey City, una ciudad que esta semana ha sido sede del Media Day de la NFL y en cuyos hoteles se encuentran hospedados Denver y Seattle.
Y alejados de la fiebre por el Super Bowl están los jugadores, los actores principales de este espectáculo, que llegaron el domingo pasado al aeropuerto de Newark, que se encuentra en Nueva Jersey.
Y será también en Nueva Jersey donde se conozca al próximo campeón de la NFL. El MetLife Stadium, que hará historia por ser el primer estadio abierto en albergar un Súper Tazón en clima gélido, se encuentra también en esa ciudad, en el suburbio de Meadowlands, en East Rutherford, casa de los dos equipos neoyorquinos en la NFL: Jets y Gigantes.
“Nueva Jersey es una ciudad grandiosa. No ha nevado mucho como se decía. Gracias NJ por ser sorprendente”, exclamó Richard Sherman, esquinero de Seattle.
Todos esperan que el próximo domingo sea un espectáculo dentro y fuera de la cancha. Ese día, el foco de atención ya no será la llamada ‘Urbe de Hierro’, sino su ciudad vecina.