Las alarmas se encendieron en el partido entre Holanda y España, cuando José Luis Gayá recibió un fuerte cabezazo en la frente por parte de Hans Hateboer en el primer tiempo del juego amistoso en la Johan Cruyff Arena de Ámsterdam. El zaguero español veía la pelota que se paseaba por el aire y el holandés, en su afán de rematar de cabeza, se encontró con la figura del ibérico y chocaron las cabezas, llevándose Gayá la peor parte. Luis Enrique, entrenador de la Furia, al ver que el jugador del Valencia estaba prácticamente noqueado, pidió lo llevaran de inmediato al vestidor y salió del terreno de juego, dejando su lugar a Reguilón.

Cuando Gayá iba hacia los vestidores, Hateboer se acercó a él para saber cómo se encontraba, ya que el holandés recibió atención médica, le pusieron una capa de vaselina en la herida sin gorra protectora y pudo continuar en el partido.