El futuro de Tom Brady está más en duda que nunca. Contrario a temporadas pasadas en las que a estas alturas ya había confirmado que volvería para otro año, esta vez el legendario mariscal de campo dejó en entredicho su carrera en la NFL, por lo que las versiones de un posible retiro van cobrando fuerza.

“Honestamente no lo he pensado (si seguirá jugando), lo tomaré día a día y ya veremos qué pasa. Lo único en lo que pensaba era en ganar este partido, eso ocupaba mi mente. Honestamente, no he pensado en nada más, hace cinco minutos perdimos y no sé de nada más”, declaró tras la eliminación de los Buccaneers este domingo.

Tampa Bay se repuso de un déficit de 24 puntos para empatar 27-27 con menos de un minuto, pero con 20 segundos después fueron “quemados” en un pase profundo de Matthew Stafford a Cooper Kupp, que puso a Los Angeles Rams en posición para patear el gol de campo de la victoria con el reloj en ceros.

Pese a la bravía reacción de los Bucs con Brady en los controles, lo cierto es que la inoperancia de los tres primeros cuartos la pagaron caro, así como las ausencias de algunos elementos clave para el ataque, como el receptor Chris Godwin, el desterrado Antonio Brown y otras mermas en la línea ofensiva.

“Muchos de nuestros jugadores hicieron jugadas clave para regresarnos al partido, pero ellos hicieron una más que nosotros. Empezamos muy lentos, no es algo que favorezca contra un muy buen equipo como los Rams y eso nos convirtió en un ataque unidimensional. Siempre duele perder un partido y aunque dimos una gran pelea al final, la derrota es nuestra”, afirmó el siete veces ganador del Super Bowl.

“Es la realidad de este deporte, un equipo no vuelve a ser el mismo tras una temporada y debes luchar desde el principio para ponerte en la mejor posición para ganar. Conforme avanzas y te pones entre los mejores ochos, los mejores cuatro o los mejores dos, nunca se siente bien perder. Solamente un equipo de 32 será feliz, no importa en qué instancia pierdas, siempre apesta”.