Los Kansas City Chiefs celebraron a lo grande su desfile de campeones tras conseguir su tercer título de la NFL, miles de fanáticos inundaron las frías calles de la ciudad occidental de Misuri y acompañaron a su equipo en el recorrido que culminó frente a la estación de Union State.

Los Chiefs se impusieron el pasado domingo 38-35 a los Philadelphia Eagles para consagrarse campeones del Super Bowl LVII, pero eso sin duda, no hubiera sido posible sin su quarterback Patrick Mahomes, quien comando la ofensiva y logró reponerse de un déficit de 10 puntos para lograr alzar su segundo Vince Lombardi, con ello ‘Pat’ también electo por segunda ocasión el MVP del SB y encabezó los festejos levantando su galardón del más valioso.

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Quien no podía faltar en la celebración era sin duda Donna Kelce, madre del ala cerrada de los Chiefs, Travis Kelce, y del centro de los Eagles, Jason Kelce, quien vivió uno de los momentos más difíciles de su vida al ver sus dos hijos enfrentándose por el título de la NFL. Travis fue de los que más estuvo interactuando con la afición, incluso se acercó a la valla de seguridad para regalar algunas fotos y autógrafos.

Ya con el equipo en Union State, Kelce, uno de los más ovacionados, tomó el micrófono y mencionó: “Los que odiaban decían que los Chiefs nunca llegarían a los playoffs, los que odiaban decían que los Chiefs habían terminado. Si sabías que los Chiefs iban a ganar la división, déjame oírte decir: ‘ ¡Demonios si!’ Si sabías que los Chiefs iban a obtener el primer puesto, déjame oírte decir: ‘¡Diablos, sí!’, “, después agregó, “yo lo sabía, tú lo sabías, pero ellos no lo sabían. Si sabías que Patrick Mahomes iba a ganar el MVP, déjame oírte decir: ‘¡Diablos, sí!’ Si sabías que los Kansas City Chiefs iban a tener la mejor ofensiva de la Liga Nacional de Fútbol Americano”.

Por su parte, Patrick Mahomes adivirtió, “esto es solo el comienzo, ¡aún no hemos terminado!” y el evento finalizó con el grito de guerra que utilizan los Chiefs cuando juegan en el Arrowhead Stadium, el Tomahawk Chop mientras retumba el tambor.