Una nueva edición del All-Star Game de la MLB se llevó a cabo en el T-Mobile Park de Seattle, Washington, donde la Liga Nacional rompió con la hegemonía que tenía la Liga Americana con nueve victorias desde el 2013. Los créditos se los llevó Elías Díaz, quien conectó un cuadrangular de dos carreras.
El público aficionado al béisbol disfrutó de un encuentro repleto de emociones de principio a fin, y en todas sus formas (ofensiva, defensiva y pitcheo). Todo comenzó en la segunda entrada baja, cuando el cubano de los Rays de Tampa Bay, Yandy Díaz, abrió el marcador con un home run que se fue por el jardín izquierdo ante los lanzamientos de Mitch Keller de Pittsburgh Pirates, con esto se puso en ventaja la Liga Americana.
En el cuarto bloque, el empate llegó a través del mejor bateador de contacto en toda la MLB, el venezolano Luis Arráez, de los Miami Marlins frente a los pitcheos de George Kirby de los Seattle Mariners, al conectar un sencillo que llevó al plato a J.D Martínez.
Ambos equipos predominaron, hasta el sexto inning, cuando regresó la ventaja para la Liga Americana gracias a un elevado de sacrificio de Bo Bichette de los Toronto Blue Jays con hombres en las esquinas, lo que provocó la carrera de Salvador Pérez de los Kansas City Royals.
Parecía que la igualada vendría inmediatamente con un cuadrangular que conectó Lourdes Gurriel Jr. de los Arizona Diamondbacks, sin embargo, a través del reto se determinó que la bola había pasado a la izquierda del poste, siendo un batazo de foul.
Elías Díaz de los Colorado Rockies se voló la barda por el jardín izquierdo, provocando dos carreras, la suya y la de Nick Castellanos en la entrada ocho. Dando así la victoria a la Liga Nacional y convirtiéndose en el héroe del encuentro.