La coordinadora médica de la atención domiciliaria de Diego Maradona rechazó responsabilidad en su muerte y afirmó que sus tareas eran meramente administrativas, en una declaración por escrito que presentó este lunes a la fiscalía y en la que apuntó contra el médico de cabecera y la psiquiatra, investigados como ella por presunto homicidio del legendario exfutbolista.

Nancy Forlini (52 años) compareció ante la Fiscalía de San Isidro, 25 km al norte de Buenos Aires, adonde ya declararon la semana pasada otros tres de los siete investigados por “homicidio simple con dolo eventual”, un delito castigado con una pena de entre 8 y 25 años de prisión.

Ese cargo se aplica a una persona que no modifica su accionar pese a saber que puede tener un desenlace fatal. La médica se amparó en su derecho de no responder preguntas y entregó un escrito a la fiscalía en el que explicó que su tarea se limitaba a la gestión de las prestaciones que indicaba su médico de cabecera, Leopoldo Luque, y su psiquiatra, Agustina Cosachov, también investigados.

“Yo nunca tuve acceso a la historia clínica confeccionada por los médicos tratantes”, sostuvo Forlini en el escrito, según citaron fuentes de la causa a la AFP. Maradona se recuperaba en una casa del barrio privado San Andrés, al norte de Buenos Aires, de una cirugía de cabeza por un hematoma y otras dolencias, cuando murió el 25 de noviembre de 2020 por una crisis cardiorrespiratoria.

La leyenda del futbol mundial, que tenía 60 años, falleció solo en su cama y tras horas de agonía, según un informe pericial que concluyó que Maradona fue “abandonado a su suerte” y que su médico de cabecera aplicó un tratamiento “inadecuado, deficiente y temerario”.

Sólo prestaciones

La médica explicó que su trabajo desde la empresa de salud Swiss Medical consistió en “organizar un servicio de enfermería y de acompañantes terapéuticos con cobertura 24 horas” para Maradona con base en lo que Luque y Cosachov prescribían al paciente y negó que esos servicios puedan encuadrarse en una internación domiciliaria “que debe cumplir los mismos cuidados que una internación hospitalaria”.

“En este caso, quedó clarísimo que la solicitud era exclusivamente prestacional. Incluso siempre se puso a disposición del equipo médico tratante la posibilidad de realizar una internación, aún involuntaria, en caso de que la psiquiatra lo entendiera necesario”, reportó Forlini en su escrito.

“La indicación a enfermería es que debían respetar las indicaciones de los médicos tratantes”, explicó Forlini y aseguró que esas indicaciones se limitaban a suministrar la medicación.

La médica explicó que su contacto con Luque y Cosachov “siempre fue telefónico” y que nunca concurrió a la casa donde estaba Maradona y desconocía las características del lugar.

“Tampoco conocía al paciente, ni a las personas que lo rodeaban, mi contacto era con los prestadores, con la familia ocasionalmente y con los médicos tratantes”, detalló.

“No se trataba de un servicio de internación domiciliaria a cargo de Swiss Medical, sino de prestaciones que variaban en función de lo que evaluaban los médicos del paciente”, sostuvo.