El mejor lugar de la parrilla fue para Checo. McLaren es una escudería de leyenda, que ha encumbrado a varios de los más grandes nombres que han pasado por la F1. Es el segundo equipo más ganador de la categoría –detrás de Ferrari– pero, quizás, el de mayor nivel competitivo y siempre contendiente a los Mundiales de Pilotos y Constructores.
McLaren ofrecerá a Pérez armas ilimitadas para ganar Grandes Premios y luchar cada año por la corona de F1. Eso sí, la presión será total. Los patrocinadores, los múltiples compromisos y la atención mediática pondrán a prueba a Sergio. Por supuesto, en la pista no hay margen de error. Sólo los pilotos de élite pueden pertenecer a un equipo de abolengo como éste.
La escudería fue fundada por el neozelandés Bruce McLaren, piloto de F1, con Cooper a inicios de los 60 y quien decidió probar suerte en F1 por su cuenta en 1966, cuando debutó con su equipo en Mónaco. Tras participar en pruebas seleccionadas, dos años más tarde, McLaren se unió de lleno al calendario. En 1968 llegó su primer triunfo, en Bélgica, con el propio Bruce al mando.
McLaren murió el 2 de junio de 1970, en un accidente dentro de la Can-Am, en Inglaterra; sin embargo, su aportación al automovilismo estaba hecha. Sus coches se volvieron duros rivales en F1 y otras competencias, incluidas la Indy 500 o las 24 Horas de Le Mans.
En 1974, con el brasileño Emerson Fittipaldi, McLaren se adjudicó por primera vez el Mundial de Pilotos como el de Constructores de F1. En menos de 10 años era ya una potencia.
La época de mayor brillo llegó una década después. Entre 1984 y 1991, los volantes de McLaren lograron siete títulos de Pilotos y seis de Constructores. Su alineación en esos años fue un lujo: Niki Lauda, Alain Prost, Keke Rosberg, Ayrton Senna y Gerhard Berger.
Dos años que marcaron a McLaren fueron 1988 y 1989, cuando Prost y Senna fueron coequiperos y enemigos; Ayrton fue campeón en 88, y un año después Alain, quien se fue en 1990.
Tras la partida de Senna, en 1991, McLaren tardó en encontrar las condiciones para reinar de nueva cuenta, hasta 1998, con el finés Mika Hakkinen, alzaron los dos títulos de F1.
En 2007 contrataron al español Fernando Alonso, bicampeón de F1, para asegurar la consecución de un título; pero su relación con el novato Lewis Hamilton no fue la esperada. De paso, McLaren se vio involucrado en un escándalo de espionaje a Ferrari que los excluyó del Mundial de Constructores.
Alonso dejó al equipo y Hamilton fue campeón en 2008. En 2010, McLaren contrató al monarca reinante, Jenson Button, para dar forma a una potente alineación británica que llegará a su fin en 2013, con la llegada de Sergio Pérez.